Respuestas
Respuesta:
Aborda el problema correcto para encontrar la decisión correcta. ...
Clarifica los objetivos reales. ...
Desarrolla líneas alternas para conducir el proyecto. ...
Entiende las consecuencias de la toma de decisiones.Explicación:
Respuesta:
Tomar una decisión en ocasiones puede costarnos, especialmente si es importante o nuestra forma de ser tiende a la duda. Sin embargo, hay herramientas sencillas para decidir mejor. Una de ellas es la técnica de solución de problemas tal y como la propusieron los psicólogos Thomas D’Zurilla y Marvin Goldfried hace ya bastantes años. Vamos a verla, aplicada al proceso decisional.
La técnica se basa en la idea de que existe un modelo que constaría de dos componentes principales: en primer lugar, una determinada actitud en relación con los problemas, sean del tipo que sean, que facilitaría todo el proceso decisional. Esta actitud, que los autores llaman “orientación general hacia el problema”, puede describirse como la creencia de que los problemas forman parte de la vida cotidiana y que, además, podemos afrontarlos eficazmente. Cada vez que nos topemos con uno, estaremos dispuestos a reconocerlo y a esforzarnos por buscar la mejor solución, inhibiendo la tendencia a ignorarlo o a actuar impulsivamente, sin pararnos a reflexionar.
Y, en segundo lugar, una serie de etapas o pasos que habría que seguir ordenadamente. Dichas etapas son las siguientes:
Definición y formulación: obtén información sobre todo lo que implica la decisión a tomar, analiza objetivamente sus causas y consecuencias y evalúa su importancia. Ello para llegar a definir la situación de forma precisa y concreta y especificar qué es lo que quieres conseguir.
Generación de alternativas: da rienda suelta a tu imaginación y propón la mayor cantidad y diversidad de alternativas de respuesta para, de esta manera, aumentar la probabilidad de hallar la más adecuada. Se trata del famoso brainstorming o lluvia de ideas cuya regla de oro consiste en aplazar toda crítica de las distintas alternativas hasta la siguiente etapa.
Toma de decisiones: evalúa las diferentes alternativas considerando sus pros y sus contras para ir descartándolas poco a poco y así quedarte con la que te parezca mejor.
Puesta en práctica y verificación de la decisión: aplica la alternativa elegida y comprueba si los resultados coinciden con los que te habías planteando, introduciendo, si fuera necesario, los cambios pertinentes.
Explicación: