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Respuesta:
Pocas figuras han merecido en la historia un tratamiento tan amplio y apasionado como el hombre que, como Primer Cónsul y Emperador de Francia Napoleón Bonaparte. Genio indiscutible del arte militar y estadista capaz de construir un imperio bajo patrones franceses, Bonaparte fue, para sus admiradores, el hombre providencial que fijó las grandes conquistas de la Revolución Francesa (1789-1799), dotando a su país de unas estructuras de poder sólidas y estables con las que se ponía fin al caos político precedente. Sus enemigos, por el contrario, vieron en él «la encarnación del espíritu del mal» (Chateaubriand), un déspota sanguinario que traicionó la Revolución y sacrificó la libertad de los franceses a su ambición desmedida de poder, organizando un sistema político autocrático.
Explicación:
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Napoleón fue célebre por conquistar casi toda Europa en diez años.
¿Quién fue Napoleón Bonaparte?
Napoleón Bonaparte fue un militar y gobernante de origen francés, general republicano durante la Revolución Francesa y posteriormente emperador de los franceses y rey de Italia. Es célebre por haberse hecho con el control de prácticamente toda Europa Occidental y Central en apenas diez años de conquistas y alianzas políticas y militares y se lo considera uno de los mayores genios militares de la historia.
Además de sus proezas militares, se lo reconoce por su rol como emperador, a la vez férreo, tiránico y culto: se lo tildó a menudo de ser un “déspota ilustrado”. A él se debe la implantación del Código Napoleónico, uno de los códigos civiles más conocidos del mundo entero, aprobado en 1804 y aún en rigor (aunque con numerosas modificaciones).
Bonaparte fue un personaje clave en la historia europea del siglo XIX y su posterior evolución, por lo que ha sido objeto de numerosas representaciones ficcionales y ensayos históricos, así como su consorte, Josefina de Beauharnais.
Ver además: Alejandro Magno.
Nacimiento de Napoleón Bonaparte
Napoleón Bonaparte nació en Córcega, apenas un año después de que Francia comprara la isla a la República de Génova, el 15 de agosto de 1769. Era hijo de nobles locales: Carlo Buonaparte, abogado y representante de la corte de Luis XVI, y María Letizia Ramolino.
Napoleón fue un niño huraño, poco sociable, a quien le gustaba la soledad para meditar y no le preocupaban demasiado los estudios, excepto por las matemáticas.
También le apasionó la lectura de la literatura clásica y sentía una profunda rabia contra los franceses, a quienes acusaba de ser opresores de los corsos. A los diez años fue enviado a una academia militar en Francia junto a su hermano José, en Brienne-le-Château.
Carrera militar de Napoleón Bonaparte
Durante la Revolución Francesa, Napoleón se plegó del lado de los Jacobinos.
Napoleón servía a las guarniciones de Valence y Auxonne cuando estalló la Revolución Francesa, se plegó del lado de los Jacobinos y ascendió a Segundo de la Guardia Nacional de la Isla. Pero en julio de 1793 debió abandonar Córcega junto con su familia.
Luego formó parte del ejército republicano en su lucha contra los enemigos extranjeros y las facciones contrarrevolucionarias, donde le otorgaron un lugar destacado en el Directorio. En esa época se casó con Josefina de Beauharnais.
Campañas de Italia y Egipto
Bonaparte venció cuatro generales austríacos con tropas mayores que su ejército.
Los primeros éxitos militares de Napoleón tuvieron lugar al mando del ejército francés en Italia, en oposición a los austríacos y al ejército de los Estados Pontificios. Llegó a vencer a cuatro generales austríacos cuyas tropas superaban en número a su ejército.
Gracias a esta victoria, hizo a Austria firmar el Tratado de Campoformio que otorgó a Francia el control de casi todo el norte de Italia, los Países Bajos y el área del Rin. Conquistó también Venecia y en 1797 organizó en los territorios italianos la República Cisalpina.
Su campaña en Egipto, provincia otomana en aquel entonces, tuvo la intención de proteger el comercio francés e impedir que Gran Bretaña tuviera acceso fácil a sus colonias en India. El Directorio aprobó la campaña, propuesta por el mismo Bonaparte, para alejarlo del centro del poder.
A pesar de la resistencia egipcia —que nunca creyó sus promesas de liberación de los otomanos y su supuesta admiración por el Islam— Bonaparte venció en inferioridad numérica a las tropas inglesas en la Batalla de las Pirámides y luego la Batalla del Nilo, en donde perdió, sin embargo, toda la flota francesa.
Luego de conquistar Siria, Gaza y Haifa, Bonaparte regresó a Egipto y de nuevo a Francia en 1799.
Rol de Bonaparte en la Revolución Francesa
Napoleón volvió de Egipto convertido en un héroe militar y encontró a Francia en un estado de inestabilidad y pugnas intestinas. Se temía una invasión extranjera luego de sucesivas derrotas frente al ejército de la Segunda Coalición, integrado por Austria, Rusia, Nápoles, Portugal y Gran Bretaña.
El Directorio era corrupto e impopular y pronto surgieron planes de ejecutar un golpe de Estado para poner orden en la República. Estos planes fueron llevados a Napoleón por Emmanuel-Joseph Sieyès.
Golpe de Estado del 18 de brumario
Napoleón redactó la Constitución del año X, que lo erigió como cónsul vitalicio.
Las tropas de Bonaparte tomaron el control de Francia el 9 de noviembre de 1799 (18 de brumario del año XVIII según el calendario republicano francés) e impusieron una Constitución (del año VIII) que nombraba tres cónsules para regir el país, con Napoleón a la cabeza.