que sucedía en la taberna de las tres cruces en el el cuento fantasma de las invasiones inglesas....
lo necesito porfaaaa.
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Respuesta:
no se plisssssssssss
Explicación:
Respuesta:
Luego de caminar varias cuadras, Encarnación me hizo cruzar la plaza
en diagonal hacia la zona del fuerte. "Están ahí", dijo y señaló una
fonda que se llamaba Tres Reyes, en la esquina de Santo Cristo y Las
Torres (en la última Filcar, Rivadavia y 25 de Mayo); la esquina donde
hoy, vaya la paradoja, está el edificio de la SIDE (Secretaría de
Inteligencia del Estado). Nos asomamos por una ventana intentando
que no nos vieran. Encarnación me fue diciendo los nombres de los
que veía: su padre, Peter Brand (el que habló de los barcos colorados
en mi paseo con Manuel), un hermano de Félix Casamayor, un tal
Padilla, un portugués llamado Silva Cordeiro, y algunos hombres más
que ella conocía de verlos en reuniones en su casa pero de los que no
recordaba el nombre. Y solo una mujer: "La que está a la derecha de
mi padre es la Perichona", me dijo, aunque yo ya la había reconocido.
"¿Qué hacen todos acá?", pregunté. "Festejan", me respondió ella.
"¿Qué cosa festejan?" "Que en muy pocos días esta ciudad pasará a
manos de los ingleses."
La noticia me dejó helado, no podía creerlo, pero Encarnación estaba
absolutamente segura de lo que decía y de qué festejaban quienes
estaban allí. Me extrañó que no estuviera Manuel y se lo hice notar.
"Yo lo vi salir del salón principal con la Perichona." "No sé", dijo ella,
"yo también creí que estaría acá, pero a veces no termino de entender
de qué lado está Manuel Brownie". Rodeamos la posada, dimos vuelta
la esquina, nos llamó la atención el olor a incienso que salía de una
habitación, una de las ventanas tenía un listón roto y permitía ver
hacia adentro. Nos asomamos con mucho cuidado, no había demasiada
luz pero lo que pudimos ver alcanzó para asustarnos: varios hombres
con túnicas marrones y antifaces haciendo una ronda alrededor de
otro hombre vestido con túnica y capucha blancas, que murmuraban
algo así como un rezo. Apenas miramos un instante, no sabíamos qué
pasaba allí, ni quiénes eran, pero lo que vimos habría asustado hasta al
más valiente. Así que la tomé a Encarnación de la mano y salimos
corriendo de regreso a su casa.
Explicación:
es la parte del libro donde se menciona el lugar espero te sirva