Respuestas
Respuesta:
La fábula clásica reposa sobre una doble estructura; desde el título mismo se encuentra una oposición entre dos personajes de posiciones subjetivas encontradas. Pero estos dos personajes se encuentran siempre en desigualdad social: uno en posición alta y otro en posición baja y desfavorable. Gracias a un evento narrativo imprevisto, el que estaba en posición alta se encuentra en posición inferior y viceversa.
Género: Las fábulas pueden estar escritas en verso o en prosa.
La brevedad: Suelen ser historias breves.
Presencia de los elementos esenciales de la narración: Acostumbra a haber un narrador que cuenta lo que les sucede (acción) a unos personajes en un lugar y en un tiempo indeterminados. Las fábulas, como los cuentos populares, no se sitúan en una época concreta. Son intemporales.
Estructura sencilla: El esquema de muchas fábulas empieza con la presentación de una situación inicial, tras la cual se plantea un problema, que unas veces tiene solución y otras no. La historia finaliza con una moraleja.
Personajes: Los personajes son, en su mayoría, animales u objetos humanizados.
Temas: Los vicios son los temas tratados en las fábulas (la envidia, la avaricia, la arrogancia, la mentira…).
Intención: Detrás de cada fábula hay una crítica hacia ciertos comportamientos y actitudes, que se disimula con el uso de personajes humanizados.
Moraleja: La moraleja es una enseñanza moral, es decir, un consejo o pauta de conducta. La moraleja puede ser una frase o una estrofa. La más corriente es el pareado, una estrofa de dos versos que riman entre sí.
Propiedades:
Esencialmente ofrece un contenido moralizante o didáctico.
Siempre contiene una moraleja. En las más antiguas se encuentra escrita al final del texto.
Generalmente es una pieza muy breve y con pocos personajes.
Posee una gran inventiva, riqueza imaginativa y de colorido.
Es inverosímil.
Su exposición de vicios y virtudes es maliciosa, irónica.
Explicación:
Respuesta:
Estimulan la imaginación.
Permiten la identificación indirecta con los personajes que no son animales. Un buen ejercicio es narrar la fábula y pedir que ellos mismos saquen sus conclusiones con lo que se apoya la reflexión y la simbolización.
Fomentan la comprensión.
Contribuyen a comprender las ficciones.
Pueden estimular a los alumnos a buscar las palabras que no conozcan; y a distinguir la prosa y el verso, ofreciéndoles dos versiones de la misma fábula.
Son muy convenientes para la enseñanza de valores, con lo cual se propicia el aprendizaje vicario.
Escoger una fábula que tenga de protagonista un determinado animal y analizar sus características reales, con ello se les puede motivar acerca de ese animal para que conozcan aún más de él.
Las fábulas tienen mucho que ofrecer en el ámbito educativo y aún queda mucho por explorar en todas sus posibilidades didácticas.
Explicación: