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Respuesta:Los aparatos de los partidos políticos de este país están revolucionados con la llegada de las elecciones europeas. Una nueva oportunidad para romper tendencias de voto y tener un aval frente a las elecciones locales/generales del 2015 y las autonómicas del 2016. Rumores sobre discrepancias, designaciones donde cambian los nombres propios y demás vicisitudes. El ciudadano medio espera que los elegidos sean los más capacitados para desarrollar un proyecto político en una Europa que es nuestra casa.
Europa no es solo un mercado o una administración. Europa es presente y futuro. Europa no va a volver a los reinos, las repúblicas, los principados y divisiones propias de la edad media, como pretenden algunos nostálgicos nacionalistas. Europa seguirá trabajando por el equilibrio social y económico de los ciudadanos de los estados miembros, así como por el mantenimiento de la paz y la relación con otros países fuera de la UE (incluyendo antiguas colonias). Esos objetivos pueden ser percibidos como lejanos pero no lo son. Por ejemplo, los presupuestos europeos se aprueban cada siete años (2014-2020). Las previsiones más relevantes son los fondos estructurales con fines concretos y fondos sociales europeos. Bajando al detalle en España supone una ayuda de: fondos de inversiones de ayuda a Pymes (1.000 millones); fondos estructurales europeos (25.000 millones); fondos para la creación de empleo (1.800 millones este año); fondos para la política agraria común (43.000 millones). Europa es una garantía de igualdad de oportunidades.
Elena Valenciano será la candidata del PSOE. Esperemos que su criterio de responsabilidad haya evolucionado desde que pronunciara hace ocho meses, con Carlos Herrera: «No tenemos ninguna responsabilidad de la situación actual de España». Europa no es una gala de los Goya, nos jugamos mucho.
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