Respuestas
Explicación:
Los humanos, y también otros animales, poseemos una serie de barreras de defensa que impiden la entrada de agentes dañinos. Estas barreras se denominan:
Externas: como la piel o las mucosas, que están en contacto con el exterior. Funcionan como un muro que impide el paso de agentes externos.
Internas: se localizan dentro del organismo, como los macrófagos o los linfocitos.
Atendiendo a la acción que tienen las barreras de defensa, se pueden clasificar en:
Inespecíficas: como las lágrimas, que atacan a cualquier tipo de agente.
Específicas: como las inmunoglobulinas, que están elaboradas para un agente concreto.
Atendiendo al modo de aparición, las barreras de defensas pueden ser:
Innatas: se originan en el desarrollo embriológico del individuo, con independencia de la presencia de antígenos.
Adquiridas: sólo se forman cuando aparece un antígeno, como ocurre en el caso de formación de inmunoglobulinas.
Las primeras barreras de defensa
El enemigo intenta penetrar en el castillo; las murallas que lo rodean y los soldados tratan de impedirlo. Igual que un castillo, tu cuerpo dispone de una primera línea de defensa formada por barreras y sustancias que detienen a los invasores. La piel es una cubierta que separa el interior de tu cuerpo del ambiente exterior. Es como una muralla que lo defiende y protege. Además, el sudor y otras sustancias presentes en la superficie de la piel ayudan a impedir que microorganismos o sustancias extrañas puedan penetrar y dañar tu organismo. Los enemigos buscan otras puertas por donde penetrar. La nariz, la boca o los ojos pueden ser accesos de entrada de sustancias dañinas o microorganismos. Sin embargo, también aquí hay barreras que los detienen.
El moco que producen las células que recubren tu nariz, la tráquea y los bronquios, limpia el aire que respiras. En él hay sustancias que matan los microorganismos. Al toser o estornudar se expulsa el moco al exterior.
La saliva que se produce en tu boca también tiene sustancias que actúan sobre los gérmenes o las sustancias dañinas. Si los microorganismos burlan tus defensas y consiguen llegar a tu estómago, los jugos ácidos acabarán allí con la mayoría de ellos.
Las lágrimas limpian tus ojos y contienen sustancias que también combaten los gérmenes.
Respuesta:
El sistema inmunológico es la defensa natural del cuerpo contra las infecciones. Por medio de una serie de pasos, su cuerpo combate y destruye organismos infecciosos invasores antes de que causen daño. Cuando su sistema inmunológico está funcionando adecuadamente, le protege de infecciones que le causan enfermedad.
Si a pesar de las primeras barreras de defensa, los gérmenes consiguen penetrar en tu organismo, tu cuerpo cuenta con células capaces de defenderte. Conozcamos algunos de los elementos que defienden nuestro organismo: los leucocitos o glóbulos blancos. Los leucocitos son células de la sangre.