• Asignatura: Castellano
  • Autor: lopezvictoria1112
  • hace 8 años

porque en el cuento TRES PORTUGUESES BAJO UN PARAGUAS (SIN CONTAR AL MUERTO) el segundo portugues es el asesino?

Respuestas

Respuesta dada por: pr61865291
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El cuento comienza así:

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El primer portugués era alto y flaco.

El segundo portugués era bajo y gordo.

El tercer portugués era mediano.

El cuarto portugués estaba muerto.

“El cuarto portugués estaba muerto”.

El crimen se produce bajo un paraguas, en una noche de tormenta. Hay tres sospechosos. Del escenario del crimen se conservan los sombreros de los portugueses y el paraguas. Se sabrá la posición que ocuparon los portugueses debajo del paraguas y el modo en que se produjo el asesinato: esos datos darán la clave de la resolución.

El texto se divide en 12 apartados debidamente numerados. En al apartado 12 se agrega un epílogo. Al primer apartado, antes transcripto, le suceden otros 9 que aparecen como rondas de preguntas que formulan los investigadores y que responden, a su turno, los tres portugueses indagados: el primero, el segundo y el tercero. En cada apartado se deja constancia de que el cuarto portugués estaba muerto, que no puede hacer ni decir nada porque “estaba muerto”.

Tres portugueses_Interior 1_2.jpg

“El muerto estaba muerto”. Doble página interior.

-10-

–Entonces ¿qué hicieron? –preguntó el comisario Jiménez.

–Uno maldijo la suerte –dijo el primer portugués.

–Uno cerró el paraguas –dijo el segundo portugués.

–Uno nos trajo corriendo –dijo el tercer portugués.

El muerto estaba muerto.

En el apartado 11 se hace la acusación. El apartado 12 cierra el cuento, y contempla la explicación deductiva de la resolución del caso además de un epílogo.

Todo se escribe con una brevedad y con una economía de recursos muy propia del tipo de escrito de un acta policíaca, o del de las proposiciones silogísticas. En el texto hay una cuota de humor tan ingenioso e implacable como lo es la lógica que se pone en juego a la hora de proponer, abordar y resolver el caso.

Dada esta adscripción del texto al género policial, cabe analizar, luego, las relaciones que a partir de ahí se establecen con la ilustración del álbum y con el diseño gráfico propuesto. Y aquí es donde más nos maravilla este libro, que fue destacado en la última Feria del Libro de Boloña, con una Mención Especial en la sección Nuevos Horizontes.

La apuesta por un tipo de ilustración constructivista, realizada en collage, ofrece una estética mecánica, racionalista y procedimental, muy acorde a la neutralización de cualquier emocionalidad, tal como el género policial clásico impone a la hora de considerar la causalidad del crimen (¡oh, un álbum sin emociones, qué emoción!). La dinámica de la ilustración juega con la propia dinámica silogística del texto y apenas pretende subrayar la tensión que se exige al pensamiento abstracto al momento de seguir las pistas del relato. Oficia así, casi, como un instructivo gráfico para seguir las pistas del relato.

Y si en el texto resulta clave el juego de las anáforas a la hora de hacer una apuesta humorística, no menos anafórico es el juego de la ilustración, que repite las imágenes de los objetos apuntando a respetar una cuadrícula donde los cuatro portugueses resultan puntos cardinales en la geometría criminal, apenas cubierta bajo el paraguas, y que se ahorra todos los detalles que no conduzcan a los símbolos esenciales del crimen y de su resolución. En ese juego, las ilustraciones, y el trabajo de colores (predominancia del gris con toques de rojo y algún amarillo), tienen mucho de pictograma en su puesta en página, con lo cual se refuerza en las imágenes la idea de un mecanismo lector: el del desciframiento de enigmas.

“Uno mató, uno murió, los otros dos no vieron nada”. Doble página interior.

La tipografía elegida es muy apropiada, y apropiado es también el efecto de subrayado que proponen algunos símbolos gráficos dispuestos en la ilustración. Las ilustraciones aparecen como las piezas de un rompecabezas a montar: algo así como los indicios del crimen que se está investigando. Al releer las imágenes, uno no puede dejar de pensar en que hay una lógica y una narrativa de género policial clásico también en la propia ilustración. Todo es acierto en el trabajo de la ilustradora Inés Calveiro, que hace un debut genial con este libro, con el  que honra la idea de apertura de horizontes, de “nuevos horizontes”, tal como fue especialmente mencionada en Boloña.


pr61865291: necesito que a todas mis respuestas las marque comio las mejores por favor
Respuesta dada por: XALEJANDRAX
3

Respuesta:

si

Explicación:

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