• Asignatura: Religión
  • Autor: Shincapieplaaza
  • hace 7 años

Cual fue el trato que les dio jesus a los leprosos

URGENTE!!!

Respuestas

Respuesta dada por: angelayaneiramendive
10

Explicación:

el leproso vivía alejado de la sociedad en curvas y descampados,fuera del mundo de los sanos...jesucristo ,puede curar la lepra porque es el hijo de Dios. así lo entendio el leproso,que se arrodillara ante Jesús con esta suplica llena de humildad y de confianza :si quiere,puedes limpiarme

Respuesta dada por: Anónimo
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El milagro

"Y así que él hubo hablado, al instante la lepra se fue de aquel": El endemoniado fue liberado en forma instantánea (Mr 1:26), la fiebre le dejó a la suegra de Pedro también en forma instantánea (Mr 1:31). Ahora, el leproso es sanado en forma inmediata.

"Y quedó limpio": Un gran médico decía que la misión de la medicina es "algunas veces, curar; a menudo, aliviar, y siempre consolar". Jesús, como el Médico celestial, lo hizo todo.

Eran muy pocos los casos conocidos de leprosos que hubieran sido sanados: Naamán el sirio (2 R 5), María, hermana de Moisés (Nm 12:9-15). Pero la temible enfermedad, una verdadera muerte en vida en aquellos tiempos, tuvo que ceder ante el Príncipe de la Vida.

No hay límites ni al poder ni al amor del Salvador. Si los hombres se pierden nunca es porque sean demasiado malos o sucios para salvarse, sino porque no quieren acudir a Cristo que puede salvarlos.

Una prohibición

"Le encargó rigurosamente, y le despidió luego": No es fácil, a primera vista, entender por qué Cristo despidió con tanta insistencia, casi vehemencia, al leproso curado, casi podríamos decir "le echó". Y además esta "amonestación severa" para que no dijera nada a nadie.

¿Por qué le mandó esto el Señor?

Jesús insistía mucho a aquellos a los que sanaba para que no lo divulgasen, porque quería evitar que sus obras de misericordia se convirtieran en un espectáculo barato. Él rehusó convertirse en un mero obrador de milagros y no quiso aceptar la fama relacionada con sus milagros (Jn 6:26-27).

La fama era un obstáculo para realizar el ministerio que realmente tenía importancia. A modo de ilustración podemos recordar la ocasión en que un grupo de creyentes europeos fueron a un país musulmán de África y se reunieron con los hermanos perseguidos en aquel lugar, y en medio de su visita tomaron fotos que más tarde subieron a internet. Sin darse cuenta, y quizá actuando con buenas intenciones, crearon un serio problema a la obra del Señor en aquel lugar y a los hermanos.

Jesús y la Ley de Moisés

"Vé, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu purificación lo que Moisés mandó para testimonio a ellos"

Cuando el leproso sanado fue al templo, los sacerdotes seguramente tuvieron que acudir a la ley para refrescar la memoria en cuanto a la clase de sacrificios que debían ofrecerse cuando un leproso era sanado, pues ya habían transcurrido varios siglos desde que algo así había ocurrido en Israel.

Pero con todo esto, el Señor quería enseñar algunas cosas esenciales.

Primeramente, dejó claro que él respetaba la Ley en todas sus partes hasta que fue cumplida por el Sacrificio que él mismo realizó en la Cruz.

Pero había otra finalidad más en este mandamiento. El Señor pretendía que la vida social y religiosa de aquel hombre en Israel fuera completamente restaurada, y los encargados de hacerlo eran los sacerdotes siguiendo las instrucciones que marcaba la ley.

Al mismo tiempo, el hecho de que el leproso sanado se presentará ante el sacerdote para ser examinado por él, serviría para verificar que la curación había sido verdadera (Lv 13). Y de esta forma el Señor estaba enviando un mensaje claro a los sacerdotes acerca de quién era él. Esta era una de las credenciales que Jesús refirió a Juan el Bautista como evidencia de que él era el Mesías: (Mt 11:3-5) "...¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro? Respondiendo Jesús, les dijo: Id, y haced saber a Juan las cosas que oís y veis. Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados...". Con esta acción estaba manifestando que el Reino de Dios estaba llegando a ellos.

Pero incluso en el tipo de sacrificio que se debía ofrecer en esa ocasión había algo único que anunciaba la obra de Cristo. A diferencia de otros sacrificios, aquí se requerían dos animales (dos avecillas) en lugar de uno sólo. Una de las avecillas era muerta y su sangre se derramaba sobre la avecilla que quedaba viva. Después la avecilla viva era soltada y emprendía su vuelo al cielo. ¡Qué hermosa ilustración de nuestro Señor Jesucristo que una vez resucitado conservaba las marcas de su muerte, y ascendía glorioso al cielo! ¡Qué poderoso testimonio tuvo que ser para los sacerdotes cuando escucharan de su resurrección y ascensión al cielo!

La desobediencia del leproso sanado

"Pero ido él, comenzó a publicarlo mucho y a divulgar el hecho"

¿Por qué no obedeció al Señor después de ser sanado? ¿Llegó realmente a presentarse al sacerdote?

Suponemos que el hombre tenía el ardiente deseo en su corazón de contárselo a todo el mundo, y lo hizo. Seguro que mientras lo hacía alababa al Señor por lo que había hecho con él, pero sin embargo, la obediencia es la mejor de las alabanzas. Nuestras buenas intenciones y deseos no justifican nuestras desobediencias. El celo no es sustituto de la obediencia.

ESPERO QUE TE SIRVA :)

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