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Al sobrevolar el Parque Nacional Sierra de La Macarena, es fácil reconocer los parches de árboles talados y quemados que interrumpen la inmensidad de este bosque. En algunos puntos las matas de coca, aún pequeñas, están reemplazando grandes extensiones de árboles. En otros, solo se ve la tierra teñida de un color oscuro, rastro de incendios provocados a principios de año, en la época de verano. Sin importar hacia donde se mire, es imposible no darle la razón a los expertos: “El Estado no pudo recuperar el control territorial, ni siquiera el de sus áreas protegidas”.
Desde arriba, también es muy fácil responsabilizar a los pocos campesinos que viven en los parques y en las zonas de amortiguación, pues los cultivos de coca y el ganado parecen estar muy cerca a sus viviendas. Sin embargo, a medida que nos adentramos en la selva, por donde no se ven ni carreteras ni trochas, parece que ellos no son los únicos en vivir de la deforestación. En medio de la nada aparecen otros parches, algunos de más de 600 hectáreas, en los que solo se ven restos de árboles. Un costo que el bolsillo del campesino es incapaz de asumir.
Es cierto que, una vez que las Farc salieron de estas zonas, o al menos una gran parte de ellos, fue casi ‘pan comido’ para los delincuentes apropiarse de estas áreas. Según Óscar Hernández, representante legal de la Corporación Ambiental Ecoamen, quienes suenan como los posibles responsables son lo nuevos colonizadores, que llegan a comprar o a apropiarse de tierras con el permiso de las disidencias de las Farc. Y es que, de acuerdo con Hernández, “hay una especulación enorme alrededor de la tenencia de tierras dentro de Parques Nacionales Naturales (PNN)”.
Su plan es, desde la ilegalidad, generar sus propios proyectos productivos. Según Hernández, estos nuevos colonos, que son grandes hacendados, le pagan a un campesino por tumbar y quemar cuatro hectáreas diarias por 30.000 pesos. En muchos casos venden estos terrenos, en otros, los usan para tener ganado, que más tarde venden. Es un negocio redondo con las tierras públicas, ya que no pagan impuestos y tampoco tienen restricciones de uso.
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ojala te sirva para tu tarea y que te baya muy bien