Respuestas
Respuesta:
En los microorganismos están representados cinco grupos de seres: bacterias, arqueas, protozoos, hongos y virus.
Respuesta:
– Para alimentarse y sobrevivir necesitan proteínas y carbohidratos presentes en los alimentos.
– Necesitan agua para poder crecer. Algunos microorganismos necesitan más agua que otros. Por ejemplo, las bacterias precisan menos que los mohos y los hongos.
– La temperatura a la que pueden desarrollarse y crecer es específica, no les sirve cualquiera. La idónea para que lo hagan viene a ser entre los 50 y los 60 grados.
– Asimismo necesitan oxígeno para vivir, crecer y desarrollarse.
– El ph, según lo necesiten, ácido o alcalino, serán acidófilos, neutros o alcalófilos.
– Tiempo: el tiempo que necesitan para desarrollarse depende de que las condiciones sean más o menos idóneas, y dependerán de cada microorganismo.
Clasificación de los microorganismos
Los microorganismos se caracterizan en cuatro grandes grupos que procedemos a diferenciar a continuación:
Bacterias
Las bacterias son microorganismos unicelulares, es decir, que poseen una sola célula y un solo cromosoma. Tienen cuatro formas de reproducirse: por bipartición, transducción, transformación y conjugación y además pueden ser de varias formas. Redondeados, que se llaman cocos, con forma de hélice, llamados espirilos, y con forma pequeña y curvada, como una coma, que se llaman vibrios.
Virus
Auténticos parásitos donde los haya. Para sobrevivir y reproducirse necesitan infectar una célula, ya sea animal o vegetal. Pueden ser icosaédricos, si su forma es más o menos redondeada, o cilíndricos si son alargados. Algunos virus son más complejos y constan de una cabeza y un cola o flagelo. Estos microorganismos pueden matar a la célula a la que infectan o también pueden usarla de «casa» o reservorio, esperado las condiciones o el entorno adecuados para reproducirse y liberarse.
Hongos
Los hongos son microorganismos uni o pluricelulares, eucariotas. Se reproducen por gemación. ¿Qué es la gemación? Consiste en la formación de una prominencia o protuberancia en el progenitor que va creciendo y creciendo hasta que está preparado para separarse de él y vivir por sí mismo. También se pueden reproducir por esporulación o rotura en fragmentos en el medio extracelular. Pueden ser levaduras u hongos con hifas.
Parásitos
Son los protozoos y los gusanos. Ambos son eucariotas. La diferencia entre ellos, es que los protozoos son unicelulares y los helmintos o gusanos son multicelulares. La forma de reproducirse también es diferente. Los protozoos se multiplican dentro o fuera del medio celular, mientras que los gusanos se reproducen por medio sexual.
Existen otras clasificaciones más complejas, atendiendo a su temperatura, a su inmunidad y al grado de peligro que suponen para el organismo.
Microorganismos patógenos y beneficiosos
Los microorganismos, a pesar de ser bacterias, virus, etc., pueden ser beneficiosos o no para el organismo. Vamos a ver cuáles son cada unos de ellos.
Microorganismos patógenos
Conocemos como microorganismos patógenos a aquellos que son capaces de provocar enfermedades en el organismo; engloba a los virus, las bacterias y los hongos. Infectan nuestras células, se reproducen, las matan, o bien se alimentan de ellas y producen enfermedades. Los virus, como ya hemos dicho, infectan las células; muchos de ellos son eliminados con antivirales. Las bacterias pueden llegar a liberar toxinas en el organismos y para eliminarlas se utilizan los antibióticos. En cuanto a los hongos, infectan piel, mucosas, uñas y se eliminan con antifúngicos o antimicóticos.
Microorganismos beneficiosos
Este tipo de microorganismos beneficiosos protegen nuestro organismo. conviven con nosotros, se encuentran dentro de nuestro organismo y ayudan a su correcto funcionamiento. Encontramos ejemplos de ellos en los que se localizan en la vagina; producen ácido láctico que protege de las infecciones por hongos.
Existen otras bacterias presentes en el suero de la leche que protege de las infecciones gastrointestinales y ayuda a fortalecer las defensas.
Los que se encuentran en otras zonas mucosas del cuerpo humano, como la cavidad oral, ayudan a que el crecimiento excesivo de patógenos no se desarrolle.
Parece un contrasentido, pero es así. Hay microorganismos que pueden causar enfermedades como gripe, bronquitis, micosis, neumonías, meningitis e incluso enfermedades más graves, y otros que ayudan a que estas enfermedades no se produzcan o el cuerpo humano incremente su capacidad de autodefensa para que los microorganismos patógenos no le afecten o, al menos, lo hagan en menor intensidad.
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