UNA PREGUNTITA Si bien en la actualidad todos/as tenemos derecho a la salud, ¿es igualitario el acceso al sistema sanitario? porque?
Respuestas
Respuesta:
El mundo . . . no es una fonda, sino un hospital", dijo Sir Thomas Browne hace más de tres siglos y medio, en 1643. Se trata de una interpretación del mundo desalentadora, si no totalmente sorprendente, hecha por el distinguido autor de Religio Medici y Pseudodoxia Epidemica. Pero es posible que Browne no estuviera completamente equivocado; incluso hoy, y no solo en la Inglaterra de Browne del siglo XVII, la enfermedad, de un tipo u otro, tiene una importante presencia en la vida de muchísimas personas. De hecho, hasta puede que Browne haya sido algo optimista en su analogía con un hospital, pues hoy día muchas de las personas más enfermas no reciben ningún tratamiento para sus dolencias ni usan medios preventivos eficaces.
La enfermedad y la salud deben tener un lugar destacado en cualquier discusión sobre la equidad y la justicia social. Tomando como punto de partida esta ubicuidad de la salud como consideración social, empiezo por advertir que la equidad en salud no puede dejar de ser una característica central de la justicia de los acuerdos sociales en general. El alcance de la equidad en el campo de la salud es inmenso. Pero hay en esta relación otra característica a la que también debemos prestar atención. La equidad en salud no concierne únicamente a la salud, vista aisladamente, sino que debe abordarse desde el ámbito más amplio de la imparcialidad y la justicia de los acuerdos sociales, incluida la distribución económica, y prestando la debida atención al papel de la salud en la vida y la libertad humanas. Ciertamente, la equidad en salud no trata solo de la distribución de la salud, por no hablar del campo todavía más limitado de la distribución de la asistencia sanitaria. En efecto, la equidad en salud tiene un alcance y una relevancia enormemente amplios.
En esta charla consideraré tres asuntos. Primero empezaré por analizar la naturaleza e importancia de la equidad en salud. Después pasaré a identificar y analizar en profundidad las diferentes justificaciones que se han dado para reivindicar que la equidad en salud no es el asunto político en el que nos deberíamos centrar, y espero ser capaz de demostrar que los motivos de este escepticismo no se sostienen ante un análisis minucioso. Por último, en el tercer apartado analizaré algunas cuestiones difíciles que hay que plantearse para poder comprender de forma adecuada los requisitos de la equidad en salud. En este contexto resulta particularmente importante entender la equidad en salud como una disciplina muy amplia que tiene que acomodarse a consideraciones muy diversas y dispares.