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Con aspecto desaguisado y luciendo una camiseta donde rinde tributo al geógrafo Neil Smith, llega Jean Pierre Garnier (1940) a esta entrevista. Al principio parece tímido y distante, pero ya en la primera pregunta infunde toda su pasión y dedica unos 45 minutos a contestarla. Lleno de matices y experiencia, su maduro pensamiento se vertebra en torno a la idea de que en lo urbano se está produciendo una silenciosa lucha de clases.
El sociólogo francés estudió Ciencias Políticas, pero su buena escritura le llevó a introducirse en el Instituto de Urbanismo de la región de París. Le dieron un montón de mapas y escritos técnicos de arquitectos y le pusieron a redactar planes urbanísticos. “En cuatro meses aprendí lo esencial del urbanismo”, dice sonriente. “En esos años, yo estaba comprometido políticamente en la organización trotskista Juventud Comunista Revolucionaria; así que por las mañanas estaba redactando el Plan Director de la región de París y por la noche, pegando carteles de protesta por las calles”, recuerda orgulloso. Fue en esos tres años cuando se dio cuenta de cómo los intelectuales al servicio de la política son el instrumento de la burguesía para ejercer su poder.
Socialismo urbano
Esa contradicción le llevó a Cuba en 1967: “Llegué como militante y acabé haciendo el Plan Director de La Habana con criterios de socialismo urbano porque ellos buscaban un modelo de organización espacial más democrático”. Desde los comienzos de su carrera, es notable la influencia del geógrafo marxista Henri Lefebvre y, especialmente en Cuba, trató de poner en práctica la idea de ciudad lefebrviana: la mezcla de las funciones y el rechazo de la división funcional del espacio en zonas separadas y especializadas, la promoción de la centralidad urbana en barrios periféricos, la integración de equipamientos sociales y viviendas y, sobre todo, mucho espacio para la vida lúdica.
“Le presenté a todos los directivos la primera versión del Plan y entre ellos estaba Fidel Castro, que me dijo mientras caminaba: “Este plan es muy interesante pero hay un problema; no veo cómo se puede contribuir a aumentar la producción y hacer más eficiente la industria y las actividades de La Habana porque usted da prioridad a la dimensión lúdica y… no estamos aquí para jugar”, cuenta risueño.
Explicación:
que el urbanismo es hacer nuevas ciudades y capitalismo es un sistema económico