• Asignatura: Religión
  • Autor: tatianamontoya0705
  • hace 7 años

Leyes morales en el matrimonio lo nesesito para hoy gracias

Respuestas

Respuesta dada por: sobuca0605
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Respuesta:

I. MATRIMONIO INSTITUIDO POR DIOS

El matrimonio es un contrato y está, por su propia naturaleza, por encima de la ley humana. Fue instituido por Dios, está sujeto a la ley Divina, y por tal razón, no puede ser anulado por ley humana. De hecho, los que contraen matrimonio lo hacen bajo su propia voluntad, pero deben asumir el contrato y sus obligaciones incondicionalmente. El matrimonio es natural en propósito, pero Divino en su origen. Es sagrado, concebido por el Autor de la vida para perpetuar Su acto creativo, engendrar los hijos de Dios, la unión de la pareja en el amor. La Ley humana, ciertamente reconoce el matrimonio, pero al matrimonio no haber sido instituido por el hombre, tal ley, no puede anular sus propiedades indispensables. El matrimonio es monógamo e indisoluble; sólo la muerte disuelve la unión una vez consumada. Cuando los hombres pretenden ser los árbitros definitivos del contrato matrimonial, éstos basan su reclamo en la suposición de que este contrato es meramente de institución humana y que no está sujeto a otras leyes que vayan más allá de las leyes humanas. Pero la sociedad se originó por el matrimonio, no el matrimonio por la sociedad humana. El Matrimonio fue destinado por el Creador para la propagación de la raza humana y la mutua ayuda de esposo y esposa. Las características monogámicas e indisolubles del matrimonio fueron en un tiempo dispensadas con licencia Divina. Por lo que, en los tiempos patriarcales del Antiguo Testamento el matrimonio polígamo era aceptado. También era legal el derecho de destitución por declaración de divorcio. (Deut., xxiv; Mat., xix, 3-12). Aún así, el matrimonio jamás perdió su carácter sagrado. Otras naciones, además de los judíos trataban el matrimonio con tal respeto y ceremonia como dando muestras de su creencia en su carácter super-humano. De hecho, los evolucionistas, dan cuenta del matrimonio por los hábitos gregarios de los seres humanos. Estos lo consideran un instinto social desarrollado, un asunto de utilidad, conveniencia, y decencia, una consecuencia de la relación sexual, el cual la sociedad humana decide regular por ley, y por lo tanto estimula un estado de relaciones conductivas a la paz y felicidad de la raza.

II. MATRIMONIO EN LA DISPENSACIÓN CRISTIANA  

Cristo revocó la dispensación concedida en la Ley Mosaica. Promulgó la ley Divina original del matrimonio monógamo e indisoluble; además, elevó el matrimonio a la dignidad de sacramento (Gen., ii, 24; Mat., xix, 3; Lucas, xvi, 15; Marcos, x, 11; I Cor., vii, 2) "Si acaso alguien dijera, que el matrimonio no es verdadera y propiamente uno de los siete sacramentos de la ley del Evangelio, instituido por Cristo, sino una invención del hombre, sin conferir gracia, que sea anatema (Concilio de Trento, S. XXI, can.

III. LAS CORTES MATRIMONIALES DE LA IGLESIA

Casos de matrimonios dudosos se deciden en cortes provistas para tal propósito por la ley de derecho canónico. En cada diócesis presidida por un obispo y especialmente en cada sede metropolitana, la ley de derecho canónico exige una corte matrimonial. Dicha corte no tiene poder para legislar, pero adjudica de acuerdo con las leyes y procedentes de las cortes romanas. Los Obispos de las diócesis, concilios nacionales y provinciales, pueden, sin embargo, poner en vigor el cumplimiento estricto de las leyes generales en sus respectivas jurisdicciones; si circunstancias peculiares lo requieren, pueden legislar contra abusos e insistir en puntos específicos o especiales de ley; por ejemplo, éstos pueden exigir ciertas calificaciones en testigos para el matrimonio, y ordenar ciertas preparaciones para los matrimonios mixtos.

IV. MATRIMONIO INDISOLUBLE EXCEPTO POR MUERTE

La Iglesia enseña, y siempre ha enseñado, que sólo la muerte puede disolver un matrimonio cristiano ya ratificado y consumado. Cuando la muerte de uno de los cónyuges no es probada por tal evidencia como se requiere por la ley canóniga, no hay permiso para volver a casarse.  

V. CONSENTIMIENTO MATRIMONIAL  

Aquellos que contraen matrimonio lo hacen señalando su consentimiento de ser esposo y esposa. Consentimiento es la misma esencia del matrimonio, y es por consecuencia de su libre, deliberado consentimiento que un hombre y una mujer se convierten en esposo y esposa. Siendo el matrimonio esencialmente un contrato que forma una unión indisoluble, es importante saber si el consentimiento puede ser tan defectuoso como para hacer un matrimonio moral y canónicamente no válido.

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