patrimonio artístico en la historia de roma
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El tema fue la ciudad de Roma rescatada en todo su esplendor, para el Jubileo. Los nombres de notables como Zurli, de Tomasso, Marchetti, Cuore y Rumolo, jalonaron estas jornadas con el apoyo de la Sociedad Central de Arquitectos.
"Río Negro" tuvo acceso a la información y conceptos de algunos de los especialistas gracias a la gentileza de Karina Roxana Balice Neira, arquitecta del Programa Master del Centro Internacional para la Conservación del Patrimonio (Argentina). Son conceptos de verdaderos popes de la restauración que ponen de manifiesto cómo se rescata el esplendor pasado en otras latitudes.
Según palabras de la arquitecta argentina Arias Incollá, Italia es un caso paradigmático porque considera al patrimonio no solamente cultural sino también como un recurso económico-turístico. El dato que agregó es destacable: "para el Jubileo del 2000 se espera que unas veinte millones de personas pasen por Roma y de allí vayan a otros lugares de Italia. La perspectiva, según el Ente Nacional Italiano de Turismo, prevé que serán 600 millones las que crucen los límites de su territorio para hacer turismo, muchos de ellos argentinos y de América del Sur".
El tema de la restauración fue el nudo de este encuentro en Argentina donde el modelo italiano sirve como ejemplo para un país como el nuestro donde hay una intensa afinidad cultural -inmigración mediante- con esa nación. Uno de los notables especialistas italianos en la materia es el arquitecto Francesco Zurli, de la Superintendencia de Bienes Ambientales y Arquitectónicos de Roma. Su prestigio está respaldado por restauraciones en Verona, Vicenza, Ravena, Ferrara y por supuesto, Roma. En la ciudad eterna el profesional cuenta con un staff de 28 arquitectos, un equipo que tutela y preserva el patrimonio de la ciudad ahora descubierta progresivamente en todo su esplendor.
El primer dato que dio el arquitecto es de color, al decir que "ahora Roma tiene un fuerte debate sobre los colores de las fachadas, discusiones cromáticas. Roma está cambiando cromáticamente. Tiene que adecuarse culturalmente a la renovación de los colores de la ciudad". A su criterio, el Jubileo se convirtió en una tradición de mejoramiento de la ciudad, aunque bajo una serie de acciones de conservación y preservación del patrimonio artístico, en gran parte ligado a los acontecimientos históricos de la iglesia. Citó los ejemplos del papa Bonifacio VIII en 1300 o de Sixto IV o Sixto V que en 1500 realizó cuatro jubileos extraordinarios para completar las obras de la cúpula de la Basílica de San Pedro.