Respuestas
En 2014 se cumplen dos aniversarios que pocos recordarán: hace 10 años que se constituyó la misión de paz de las Naciones Unidas en Haití y cuatro del devastador terremoto que acentuó aún más la fragilidad de este país, el más pobre de Latinoamérica. Las crisis políticas y económicas y las catástrofes naturales pueden catapultar a un país a los titulares del mundo, captando durante un tiempo la atención de la prensa internacional y de los dirigentes del planeta. Pero después, sobre todo si el país afectado es pobre y periférico, y carece de peso geopolítico mundial, los focos se apagan, las informaciones se tornan cada vez más infrecuentes, las llamadas a la solidaridad se esfuman y gran parte de las promesas de apoyo se olvidan.
Esto se deriva de una verdad incómoda: es evidente que la reconstrucción física y las auténticas soluciones a los problemas de la gente no pueden producirse con la misma velocidad que las noticias se difunden por Internet y por televisión. Se necesitan iniciativas pacientes y continuas que, prolongándose durante años, con sus altos y bajos, promuevan un proceso que dure mucho más que el envío de ayuda humanitaria urgente. Y para que exista ese proceso es necesario que los países participantes en el mismo asuman un compromiso ético y político.
pon me como la mejor repuesta mi rango esta en tus manos
Respuesta:Los movimientos populares de Haití promueven un cambio radical para resolver los problemas de esta nación considerada una de las más empobrecidas y desiguales de la región
Explicación: