Respuestas
Respuesta:
No todas las sustancias se disuelven en un mismo disolvente. Por ejemplo, en el agua, se disuelve el alcohol y la sal, en tanto que el aceite y la gasolina no se disuelven en agua. En la solubilidad, el carácter polar o apolar de la sustancia influye mucho, ya que, debido a este carácter, la sustancia será más o menos soluble; por ejemplo, los compuestos con más de un grupo funcional presentan gran polaridad por lo que no son solubles en éter etílico.
Entonces para que un compuesto sea soluble en éter etílico ha de tener escasa polaridad; es decir, tal compuesto no ha de tener más de un grupo polar. Los compuestos con menor solubilidad son los que presentan menor reactividad, como son: las parafinas, compuestos aromáticos y los derivados halogenados.
Explicación:
Las soluciones pueden ser diluídas o concentradas:
Diluídas:
Son aquellas en las que hay muy poca cantidad de soluto disuelto, el solvente puede seguir admitiendo más soluto. Un ejemplo es la cantidad de minerales en el agua de mesa: tiene una cantidas muy baja que nos permite asimilarlos correctamente.
Concentradas:
Son aquellas en las que hay bastante cantidad de soluto disuelto, pero el solvente todavía puede seguir admitiendo más soluto. Un ejemplo podría ser el agua de mar: contiene una gran cantidad de sal disuelta, pero todavía sería posible disolver más cantidad de sal.
el azúcar y la sal de mesa son solubles en agua (por razones diferentes, la primera por tener fuerzas intermoleculares equivalentes y la segunda por presentar fuerzas ión-dipolo). Sin embargo, no podemos disolver un kilo de sal en un vaso de agua: hay una cantidad de soluto que se puede disolver, pero pasada esta cantidad el soluto ya no se disuelve y se va al fondo del vaso, por más que agitemos vigorosamente. La experiencia también nos dice que el azúcar o sal se disuelven mejor si calentamos el agua, pero aún así hay un límite en la cantidad de soluto que se puede disolver.