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Respuesta:
HIPOCLORHIDRIA: Cuando la falta de acidez estomacal afecta nuestra salud. Reflujo, gastritis, gases, hinchazón intestinal, estreñimiento o diarrea pueden ser síntomas de baja concentración de ácido clorhídrico en el estómago.
Explicación:
No se estimula la contracción del esfínter esofágico inferior y ocurre reflujo gastroesofágico.
No se estimula el píloro, lo que causa un vertimiento prematuro del contenido estomacal en el duodeno. Esto irrita el duodeno y puede causar reflujo biliar hacia el estómago, agravando la condición de hipoclorhidria, dado que la bilis es muy alcalina.
No se esteriliza el contenido estomacal, lo cual permite la proliferación de patógenos dentro del sistema digestivo. Esta condición llamada disbiosis suele causar inflamación intestinal, desórdenes inmunes y problemas metabólicos.
No se convierte el pepsinógeno en su forma activa, la pepsina. El pepsinógeno es una sustancia producida por el estómago que, para ser transformada en pepsina e iniciar la digestión de proteínas, ésta debe estar expuesta a un PH estomacal muy ácido (inferior a 2).
Por esta razón no se inicia la digestión adecuada de proteínas y ello, en consecuencia, causa hinchazón abdominal, gases y otros desórdenes digestivos.
Los nutrientes no se convierten y por eso ocurre una mala absorción de muchas vitaminas y minerales que también puede generar una gran cantidad de disfunciones metabólicas.
Por su deficiencia de ácido clorhídrico, al ser vertido en el duodeno, el contenido estomacal llamado quimo no logra estimular adecuadamente:
La secreción de jugos pancreáticos necesarios para la neutralización del quimo (bolo alimenticio) y la continuación de los próximos pasos de la digestión.
La secreción de bilis, necesaria para la neutralización del quimo, la absorción adecuada de aceites y la eliminación del colesterol dañino.