cuáles son los
proyectos del Estado Venezolano para generar espacios llenos de arte
Respuestas
El arte original
La premisa de todo creador es producir una obra original, Simón Rodríguez afirmó “La América no ha de imitar servilmente… si no ser original…”
Esa búsqueda nos lleva inevitablemente a la batalla cultural, a la batalla de los símbolos, la cual se libra en la mente de los seres humanos.
Adolfo Colombres, antropólogo, escritor, e investigador Argentino sostiene que “Toda dominación cultural y estética, cualquiera sea el contexto en que opere, de hecho implica una negación de la diversidad o, al menos, de que esa diversidad pueda generar propuestas tanto o más válidas que las del sector dominante. O sea, la dominación consiste en negar al arte de los otros la condición de tal, o, en el mejor de los casos, reconocerle algún valor, pero declararlo inferior”.
Luis Britto García advierte que “la guerra cultural, como la internacional, no es peleada sólo por el aparato político: para ella se movilizan todos los recursos económicos y sociales. Comienza cuando ante la cultura dominante surge una subcultura que diverge de ella. La batalla se traba cuando esa subcultura contradice abiertamente a la cultura dominante: desde entonces se convierte en contracultura”.
Laboratorio de Danza UNEARTE Mérida
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Entre las adversidades a vencer, para creadores y creadoras, artistas, está el no sucumbir ante la tentación de imitar la estética de los centros de poder, incluso hay que mantenerse atento para que esa obra original a la que muchos llegan, no se convierta en un objeto más del mercado, siendo despojado de su esencia y convertidos en mercancía. El solo hecho de crear obras musicales, escénicas, plásticas, audiovisuales, con rasgos propios genera, en los Centros de Poder que ejercen la hegemonía Cultural en el planeta, la sensación de amenaza puesto que el impacto en la población de una producción simbólica que no esté controlada por esos centros de poder puede colocar en jaque al aparato de dominación, por esta razón se activan sus mecanismos o más bien su metabolismo depredador para transfigurar la obra, hasta llevarla a ser una mercancía para la venta, despojándola de sus rasgos fundamentales o naturalizando esos rasgos hasta el punto en que adquieren una significación banal.
Ejemplo de este proceso se puede ver en lo ocurrido en la primera década del siglo XXI en Venezuela, con la producción musical comercial llamada “neofolclor”, lo cual ocurre precisamente en un momento histórico donde las músicas populares pasan de una condición de resistencia, una postura contracultural, a una posición de vanguardia o de avanzada en la construcción de una nueva hegemonía cultural, contextualizada en plena efervescencia en el ejercicio de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, donde se expresa que las culturas constitutivas de la venezolanidad gozarán de especial atención. En este ejemplo se puede ver con claridad como canciones con poesía, ritmos o instrumentaciones propias de la música popular-tradicional venezolana sufrieron intervenciones que las transformaron en una mercancía, en un producto despojado de toda sensibilidad propia de la cultura popular a la cual pertenece y pasándola al campo de la cultura dominante, en consecuencia, incidiendo a través de esta en la mente de los seres humanos, debilitando el carácter insurgente y su valor identitario para insertarla en el sistema de consumo.
Ciclo de Conversas Descolonizadoras
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Cátedra Libre de las Culturas Populares – UNEARTE
En la Venezuela del siglo XXI el objetivo estratégico es, en palabras de Zacarías García, mantener la búsqueda de la “estética necesaria”, trabajar para alcanzar una producción simbólica que contribuya en el fortalecimiento de la identidad nacional y regional, no como reliquia intransmutable, fetiche, ni panfleto, si no como obra de arte legítima, auténtica, que se reconozca en nuestros imaginarios, que agite las consciencias sensibles y permita derrotar el sistema de consumo y restablecer el sistema de valores.
El arte y la transformación social
En UNEARTE, a través de los Proyectos Artísticos Comunitarios, se viene transitando de la formación estrictamente enfocada en la disciplina artística, que mantiene su dinámica dentro de los límites de la propia disciplina, evitando salir de su campo de conocimiento, hacia la formación artística que se vincula con la sociedad, con su contexto, que dialoga con las comunidades, lo que nos conduce a una formación transdisciplinaria.
Respuesta:
Galería de Arte Nacional:
- Retórica objetual de Franklin Fernández,
- Amalivaca de Luis Galíndez
- Cosas de nuestro tiempo de Manuel Finol;
Museo de Arte Contemporáneo:
- Muestra fotográfica Kosovo de Teresa Carreño
- Dasein de Wladimir Pérez
Museo Carlos Cruz Diez:
- Negro, una muestra bajo la técnica de artes gráficas de Igor Collazos
- Proyecto curatorial Venezuela 33RPM de Alejandro Calzadilla.
Museo de los Llanos:
- Cuestión caribe, muestra pictórica del artista Kalaka (Pablo Diego Riesco)
Museo de Valencia:
- Tiempos de guerra de Ramón Pimentel
Museo de Bellas Artes de Caracas:
- Europa sin descarte del fotógrafo Rodrigo Benavides
- Proyecto curatorial Diálogo bicéfalo de Oswaldo Barreto
Museo de Barquisimeto:
- Con la luz de Venezuela, un proyecto fotográfico de Vicente Chanza
Museo de Coro:
- Cartografías, registros y territorialidades identitarias de Natalia Rondón
Museo de Calabozo:
- Mitos y leyendas de José Delfín Carrillo
Museo de Arquitectura:
- Proyecto curatorial «Arquitectura en la Revolución Bolivariana» de Abner Colmenares
Museo Arturo Michelena:
- ¿Caracas moderna? Una revisión de la ciudad en sus 450 años de Mireya Dávila
Todas estas propuestas recibirán del equipo técnico del museo asignado el respectivo acompañamiento en la fase de pre y post producción.
Explicación:
espero que te sirva de ayuda :)