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Una parte fundamental del entrenamiento es el estiramiento porque obtiene no sólo un descanso muscular, sino que evita lesiones en cualquier parte de su cuerpo.
Muchos corredores (principiantes y aquellos que no siguen la práctica de running de manera rigurosa) suelen prestarle poca atención a estirar, bien sea porque no disponen del tiempo suficiente o porque estirar se convierte en algo mecánico, casi sin importancia. Así no es. Una sobrecarga muscular o desgarros son lesiones que se pueden sufrir por no cumplir una rutina juiciosa y efectiva, con ejercicios de elongación muy puntuales.
A continuación les sugerimos un listado de aspectos que los corredores no deberían hacer mientras están estirando:
Dolor no es sinónimo de un buen estiramiento. Si siente molestia mientras estira, lo ideal sería reducir un poco la presión, ya que esto significa que el estiramiento no se está realizando correctamente.
Evite la impaciencia. Cuando no se le dedica suficiente tiempo al estiramiento no queda bien hecho, lo cual traería consecuencias a nivel muscular. Los músculos deben durar entre 20 y 30 segundos estirando.
Respire. La clave en el estiramiento se encuentra en la respiración. Inhale por la nariz y exhale por la boca pausadamente, así sus músculos se relajarán y podrá culminar correctamente los estiramientos.
No deje pasar más de 20 minutos después del entrenamiento para estirar. Muchos corredores realizan la elongación cuando su cuerpo ya no tiene la temperatura del entrenamiento y esto implica que los músculos no estiren correctamente. Es necesario realizarlo 5 minutos después de haber finalizado el ejercicio.