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De las frases más usadas en alimentación se encuentra “el alimento entra por los ojos” y creo pertinente adicionar otros sentidos como el olfato y el oído. Tanto los aromas como el sonido de la preparación y los colores pueden estimular el apetito de una persona.
Estas propiedades son importantes ya que el proceso de nutrición inicia en una fase sensitiva, en donde aún no se ha consumido el alimento pero el cuerpo ya se está preparando para ello.
El aumento de la saliva es una de las sensaciones perceptibles de esta preparación del cuerpo. La boca se anticipa para recibir los alimentos, buscando facilitar la masticación y deglución de los mismos e iniciar un pequeño pero importantísimo proceso de digestión. Así mismo, todo el sistema digestivo comienza a prepararse una vez que el cerebro recibe estas “deliciosas” señales a través de los sentidos.
Frutas Frescas y secas
Se debe tener en cuenta que al momento de comer se percibe el alimento con los sentidos y por lo tanto es importante exaltar estas características. Algunas preparaciones pierden propiedades de sus ingredientes principales. La textura o el sabor de algunos alimentos disminuyen al crear mezclas bastante complejas. Por ejemplo, en el caso de un Smoothie, el resultado va a ser un solo color y un solo sabor con algunas pequeñas variaciones. En cambio, los ingredientes principales de esta preparación consumidos por separado, permitirían a la persona apreciar distintos sabores, colores, aromas y texturas.
Por ello, es importante pensar en esas variables al momento de preparar un alimento. La presentación, el color, el sabor, el aroma, la textura y el sonido van a estimular los sentidos y prepararán al cuerpo para el consumo de alimentos. Intentar variar estas propiedades en las recetas permitirá mayores estímulos para los sentidos y así mismo preparará mejor el cuerpo para su digestión. Estimular los sentidos, uno de los pasos más importantes de la nutrición.