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Respuesta:
La guerra civil china, que duró desde agosto de 1927 hasta octubre de 1949, fue el conflicto que tuvo lugar en China entre el Kuomintang (o Partido Nacionalista Chino) (KMT) y el Partido Comunista Chino (PCCh). Se inició en 1927 después de la Expedición del Norte, cuando la facción nacionalista del KMT, dirigida por Chiang Kai-shek, depuró a los comunistas de la alianza formada entre el KMT y el PCCh.
La guerra acabó en 1949 con un cese no oficial de las hostilidades entre los bandos, quedando finalmente bajo control de los comunistas la China continental (incluida la isla de Hainan), donde se proclamó el nuevo régimen de la República Popular China, mientras los nacionalistas lograban mantener el control sobre los territorios insulares de Taiwán, Pescadores y varias islas costeras de la provincia de Fujian, territorios en los que se ha mantenido hasta la actualidad el régimen de la República de China.
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Respuesta:La sucesión en el liderazgo y la reforma económica han dominado la información occidental sobre el 16º Congreso del Partido Comunista Chino. Esto es bastante razonable, pero como admitirían los mismos chinos, no son más que cuestiones superficiales. No se puede prever que ninguno de los líderes de segundo nivel del partido, ahora promovidos al primer rango, realice cambios fundamentales en un sistema incómodamente equilibrado entre la dictadura del partido y la desorganización del mismo. Entretanto, Jiang Zemin se mantendrá a la sombra como autoridad suprema. Con el tiempo se producirá el cambio fundamental, pero es improbable que sea un cambio planificado. Este nuevo liderazgo en el partido chino no ofrece los trazos de conciencia dividida y percepción de crisis moral que marcaron a los reformistas de Mijail Gorbachov en la URSS hace dos décadas. Sin embargo, Gorbachov y sus colegas estaban haciendo algo ciertamente sin precedentes para los líderes de un sistema responsable de crímenes monstruosos. Intentaban contar la verdad sobre lo que el Partido Comunista hizo en Rusia. El actual liderazgo del partido chino ni siquiera sueña en algo parecido. No admite los crímenes del maoísmo (o los suyos en Tiananmen). En lugar de eso, aduce la legitimidad de la herencia del Gran Timonel, que instaurara en China la letal campaña de las Cien Flores, el Gran Salto Adelante, por la que murieron 20 millones de personas; la Revolución Cultural y la Banda de los Cuatro.
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