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Nada cambió con el advenimiento de la República romana, en la que la legio se subdividió en dos legiones separadas, cada una bajo el mando de uno de los dos cónsules. ... cuando las legiones se organizaron de un modo más formal, ya que se vieron obligadas a luchar en un terreno montañoso no apto para la falange
Explicación:
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En la República, la existencia de las legiones fue efímera. Con excepción de las Legiones I a IV, que formaban el ejército consular (dos por cónsul), las otras unidades se reclutaban por campaña. El carácter permanente tuvo lugar fundamentalmente por cuestiones internas: en particular para garantizar su lealtad al Emperador, y no a sus generales. Durante el Imperio, la legión fue estandarizada, con símbolos y una historia individual, en donde los hombres servían con orgullo. Las legiones eran comandadas por un legado o legatus. Rondando los treinta años de edad, usualmente serían senadores por tres años. Los subordinados inmediatos del legado serían seis tribunos militares elegidos: cinco oficiales regulares y el sexto, un noble representando al Senado. Había un grupo de oficiales prestando servicios médicos, ingenieros, cronistas y el praefecti castrorum (prefecto o comandante de campo), que había servido como primus pilus, o primer centurión, siendo este un personaje muy respetado. Por debajo del primus pilus se hallaban los centuriones, que tenían como subordinado a un optio. Por debajo se hallaba la masa de legionarios, entre otros especialistas como sacerdotes y músicos.
A mediados de la República, las legiones se componían de las siguientes unidades:
Caballería o équites
Esta era originalmente la unidad más prestigiosa, donde los romanos jóvenes y saludables comenzaban a destacarse antes de iniciar sus carreras políticas. El equipamiento necesario era pagado por cada jinete, y consistía en un caballo, escudo redondo, casco, armadura corporal, espada y una o más jabalinas. La caballería era excedida en número en la legión. En un total de cerca de 3 000 hombres, habría apenas unos 300 jinetes, divididos en 10 unidades de 30 hombres. Al mando de cada unidad se hallaba un decurión. A esta caballería pesada se sumaba una caballería ligera, que reclutaba ciudadanos más pobres y jóvenes de buena salud, pero sin la edad suficiente para entrar en la hastati o en la équites.
Infantería ligera o vélites
Los vélites eran básicamente lanzadores de jabalina y hostigadores en general, y no tenían una organización formal precisa o una función en el campo de batalla. Eran utilizados según la necesidad y provenían de los estratos económicamente más bajos de la sociedad.
Armas de un legionario. Se puede ver la espada corta (gladius) y el pílum.
Infantería pesada
Era la unidad principal de la legión. Se componía de ciudadanos legionarios que pudieran pagar el equipo compuesto de casco de bronce, escudo, armadura y lanza corta (pilum). El arma preferida era el gladius, un tipo de espada corta. La infantería pesada estaba subdividida de acuerdo a la experiencia de los legionarios en tres líneas separadas:
Los hastati (sing. hastatus): eran los más jóvenes y formaban la línea delantera. Iban armados con dos pila de distintos pesos, para que una tuviera más alcance y la otra perforase los escudos. En el cuerpo a cuerpo, empleaban la espada. Como armadura era común el uso de placas de bronce sujetas con correas de cuero, que tapaban el corazón y parte del pecho. También utilizaban casco de bronce y el scutum (escudo largo romano).
Los principes (sing. princeps): se trataba de hombres con edades rondando los 30 años, componían la segunda línea de la legión e iban armados al igual que los primeros, pero en lugar de la placa del pecho podían pagarse una coraza de cota de malla de anillos.
Los triarii (sing. triarius): eran los soldados veteranos y alineados atrás, que sólo entraban en combate en situaciones extremas. A diferencia de los príncipes, en lugar de los pila manejaban una lanza larga, formando una sólida falange erizada de puntas de lanza que contuviera al enemigo.
Cada una de estas líneas estaba subdividida en manípulos, la menor subunidad del ejército, compuestas de dos centurias comandadas por el centurión mayor. La centuria como unidad de combate estaba formada por 80 hombres. Su nombre viene dado por ser la unidad que acompaña al centurión. Suele pensarse erróneamente que poseían 100 hombres porque se asocia centuria a ciento, y eso es totalmente equivocado. Cada centuria tenía su estandarte y estaba compuesta por diez unidades llamadas contubernia. En un contubernio había ocho soldados compartiendo tienda de cuatro plazas (los otros cuatro estarían siempre de guardia), piedra de moler, una mula y un caldero (dependiendo de la duración de la travesía).
En batalla, los manípulos estaban organizados comúnmente en una formación cuadriculada llamada quincux. Los manípulos de príncipes cubrían los espacios abiertos dejados por los hastati, siendo cubiertos los propios por los manípulos triarii.
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