• Asignatura: Historia
  • Autor: kevinpro580
  • hace 8 años

7. Son las principales actividades económicas
del gobierno de Diáz que le dieron
estabilidad y desarrollo al país y que
frajeron inversión extranjera.​

Respuestas

Respuesta dada por: azulcenteno
4
Con el porfirismo la economía mexicana entró en la fase capitalista de la época; sus diferentes áreas de producción fueron incorporadas, en mayor o menor medida, al sistema económico de los países industrializados.
En los primeros años de gobierno el Estado no contaba con suficientes recursos económicos, lo cual cambió apenas en su segunda etapa del porfiriato, una vez logrado el superávit, pudo invertir en obras públicas y en comunicaciones, todo esto tuvo origen al comienzo de la fase capitalista, debido a que se incrementó el ingreso de la inversión extranjera al país. Esta daría un poderoso impulso al crecimiento del mercado interno sobre una base: la de acelerar el crecimiento de los sectores explotadores mineros y agrícolas, expandiendo además la red de comunicaciones mediante la construcción de caminos, puertos y el ferrocarril. El capital extranjero dominaba, casi de manera absoluta, la minería, la explotación petrolera, la banca y los, ferrocarriles. En los años del porfiriato, hacia 1884, las inversiones extranjeras en México ascendían apenas a 110 millones de pesos. En 1911 su monto se elevaba ya a 3,400 millones de pesos. En este caso encontramos que los ferrocarriles, la minería y la deuda pública absorben al 74.9 % del total de los capitales invertidos en México.

Lo que se advierte en relación con la inversión estadounidense en México es que, en el caso de los ferrocarriles, se mantiene en aumento constante durante el porfïriato, pues de 335 millones en 1880 se pasa a 644 en 1911, lo que significa un crecimiento de 52 por ciento; pero además se nota la interrupción en la década de 1911 a 1920. Por otra parte, en la minería sería el otro sector atrayente de capitales de Estados Unidos de América; también hay un proceso de incremento, en donde lo relevante es que en la década de turbulencia revolucionaria no decrece.

México tuvo que defenderse de los países desarrollados para integrarse al proceso capitalista de producción. Dicha dependencia se basó en la inversión de capital y tecnología que los empresarios extranjeros -latinoamericanos, ingleses, alemanes y franceses - hicieron en México.

Mas había otro interés que impulsaba a las potencias industrializadas a invertir en países como México, ricos en recursos naturales pero pobres en dinero y tecnología. Ese móvil era de carácter político y obedecía a la competencia imperialista que se daba entre las potencias por el dominio del mundo.

La inversión de capitales y tecnología en México resultaba en provecho de la economía. Si antes no se habían interesado en México, era porque la economía de México era baja, la economía del país no garantizaba la seguridad que exigían para sus capitales y las vidas de sus hombres.

La condición de dependencia con la que la economía mexicana entró al sistema capitalista, todas las ramas de la producción que se desarrollaban en el periodo porfirista estuvieron sujetas a las necesidades del mercado externo.

Durante el porfiriato se produjo en México un notable crecimiento económico, una considerable expansión de las vías de comunicación y de los centros urbanos, y una imagen de solidez en el extranjero que el país no había logrado obtener hasta entonces.

En el proceso económico, como en el político, se distinguen dos fases: la primera, iniciada alrededor de 1880 y concluida en 1895, se caracterizó por los esfuerzos gubernamentales tendientes a equilibrar las finanzas, modificando el sistema de impuestos para captar más ingresos, reduciendo al mismo tiempo los gastos presupuestales y pudiendo llegar así a un arreglo de la deuda pública interna y externa, y a la solución de la crisis financiera que azotara el país entre 1891 y 1893. Esta primera fase sentó las bases para que en la segunda (1896-1910) se lograra el equilibrio del presupuesto federal y la obtención de superávits por primera vez en la historia de México.

Es indudable que durante el porfiriato el país creció económicamente, se desarrolló la industria, la minería, la agricultura, se impulsó la construcción de vías férreas. En términos macroeconómicos, México presentaba una situación excelente, Sin embargo, la situación social y económica del pueblo, de los obreros y los campesinos, más del 80% de la población, vivían en la miseria. La riqueza generada por la inversión extranjera asociada en algunas ocasiones con el capital nacional era concentrada sólo por unos cuantos. Por lo tanto, podemos asegurar que crecimiento económico no es sinónimo de desarrollo social.
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