Respuestas
Respuesta:
A pesar de ser considerada por muchos como “renovable”, lo cierto es que la Energía hidroeléctrica tiene el problema del gravísimo daño que provoca en aquellos ecosistemas donde se construyen los embalses. ¿Cómo se ve afectado el medio ambiente?
Sin duda el impacto más grande y más visible, es el impacto paisajístico de encontrarnos con una mole de hormigón, taponando el río e impidiendo el discurrir natural de las corrientes de agua. Pero en realidad, un embalse genera muchos más impactos de los que nos imaginamos, incluso aunque sea un pequeño azud de poca elevación, que ya genera un impacto brutal sobre el ecosistema.
Del pequeño azud a la minicentral.
Para comenzar tenemos los efectos generados por la construcción del azud, con problemas de polvo, problemas de erosión en la ribera, movimientos de tierras, pérdida de vegetación de ribera…
Aunque es cierto, que en los últimos años, se intenta minimizar el impacto de la pérdida de biodiversidad por la destrucción de la vegetación de ribera, lo cierto es que los trabajos para “recuperar” la zona, son peores incluso que los propios trabajos de construcción del azud, ya que para minimizar los daños, se introducen árboles de crecimiento rápido para tapar el daño generado.
El problema, es que estos trabajos de minimización de daños, suelen estar desarrollados por ingenieros que no distinguen entre una especie invasora de una autóctona y luego ocurre lo que ocurre que en las cercanías de pequeñas minicentrales, crezcan especies como Eucaliptos, Acacias, etc…
Y no queda todo ahí, ya que debajo del agua es cuando comienzan los problemas.
Con un pequeño azud de poca elevación y que permita el paso del agua, pero con un retardo en el flujo con respecto al natural, ya vamos a provocar un aumento del fitoplancton que van a provocar daños en el ecosistema, ya que provocará un aumento de las floraciones de algas con el consecuente daño al impedir el paso de la luz.
Otro problema ocurre con el remonte de los peces del río. Un ejemplo muy claro, lo tenemos en Galicia, una de las regiones con los ríos más encajonados de toda Europa. Un dato, recogido en la Lei 5/2006 para la protección de los ríos gallegos.
Las presas hidroeléctricas hacen que más del 70% de nuestros lechos fluviales sean inaccesibles a las especies migratorias. El salmón es un buen indicativo de la pérdida de poblaciones en nuestros ríos: en los últimos cincuenta años sus existencias se redujeron en más de un 99%.
Explicación:
Respuesta:A pesar de ser considerada por muchos como “renovable”, lo cierto es que la Energía hidroeléctrica tiene el problema del gravísimo daño que provoca en aquellos ecosistemas donde se construyen los embalses. ¿Cómo se ve afectado el medio ambiente?
Sin duda el impacto más grande y más visible, es el impacto paisajístico de encontrarnos con una mole de hormigón, taponando el río e impidiendo el discurrir natural de las corrientes de agua. Pero en realidad, un embalse genera muchos más impactos de los que nos imaginamos, incluso aunque sea un pequeño azud de poca elevación, que ya genera un impacto brutal sobre el ecosistema.
Del pequeño azud a la minicentral.
Para comenzar tenemos los efectos generados por la construcción del azud, con problemas de polvo, problemas de erosión en la ribera, movimientos de tierras, pérdida de vegetación de ribera…
Aunque es cierto, que en los últimos años, se intenta minimizar el impacto de la pérdida de biodiversidad por la destrucción de la vegetación de ribera, lo cierto es que los trabajos para “recuperar” la zona, son peores incluso que los propios trabajos de construcción del azud, ya que para minimizar los daños, se introducen árboles de crecimiento rápido para tapar el daño generado.
El problema, es que estos trabajos de minimización de daños, suelen estar desarrollados por ingenieros que no distinguen entre una especie invasora de una autóctona y luego ocurre lo que ocurre que en las cercanías de pequeñas minicentrales, crezcan especies como Eucaliptos, Acacias, etc…
Y no queda todo ahí, ya que debajo del agua es cuando comienzan los problemas.
Con un pequeño azud de poca elevación y que permita el paso del agua, pero con un retardo en el flujo con respecto al natural, ya vamos a provocar un aumento del fitoplancton que van a provocar daños en el ecosistema, ya que provocará un aumento de las floraciones de algas con el consecuente daño al impedir el paso de la luz.
Otro problema ocurre con el remonte de los peces del río. Un ejemplo muy claro, lo tenemos en Galicia, una de las regiones con los ríos más encajonados de toda Europa. Un dato, recogido en la Lei 5/2006 para la protección de los ríos gallegos.
Las presas hidroeléctricas hacen que más del 70% de nuestros lechos fluviales sean inaccesibles a las especies migratorias. El salmón es un buen indicativo de la pérdida de poblaciones en nuestros ríos: en los últimos cincuenta años sus existencias se redujeron en más de un 99%.
Explicación: eso creo espero que te ayude