Respuestas
Respuesta:
Yépez fue a pedir explicación en el Municipio y, como respuesta, le dijeron que, de manera temporal, se está depositando la basura que genera el cantón (105 toneladas) y que, a cambio, se les va a dar compensaciones.
El morador no se dejó convencer y empezó a buscar ayuda con los rectores de los colegios Juan de Salinas y Jacinto Jijón y Caamaño pero no lo quisieron escuchar, luego alertó a sus vecinos quienes decidieron madrugar a custodiar el sitio e impedir que los recolectores continúen depositando los desechos.
Los habitantes al llegar al sitio se percataron de la magnitud del problema. Constataron que su sector, de la noche a la mañana, se había convertido en un botadero de basura. También obtuvieron respuesta del olor nauseabundo que durante las mañanas se estaba percibiendo.
La indignación de los moradores creció cuando escucharon de parte de uno de los conductores de los recolectores que “el alcalde sabe lo que hace”.
Los habitantes colocaron ramas de un árbol al ingreso del área y esperaron hasta que alguien del Municipio explique el porqué de esta determinación.
“Esta es un área donde se practica deporte, no vamos a permitir que pase a ser el botadero del cantón”, dijo el morador indignado.
Los habitantes están sorprendidos con la agilidad que ha trabajado el Municipio para adecuar el botadero, pero “cuando se trata de arreglar los caminos o de adoquinar las calles pasan años y no hacen nada”, dijo en voz alta una de las moradoras del barrio La Florida.
Manuel Silva, director de control ambiental del Municipio de Rumiñahui, explicó que desde el martes se estaba depositando la basura en este sitio, pero como los moradores se oponen se ha dispuesto el inmediato retiro.
Cuando se le preguntó si se realizaron estudios de impacto ambiental para determinar si era adecuado o no el sitio respondió que “son cosas de extremada emergencia”.
Temporalmente los residuos fueron llevados en un vehículo con capacidad de 30 toneladas al botadero de El Inga, pues, según el funcionario, ya existe un acuerdo firmado con Fundación Natura, el Municipio de Quito y las comunidades.
Explicación: