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Respuesta:
Usos:
Radiografía
Radioterapia
Cuidados:
Por lo general se tiene que tener mucho cuidado ya que puede causar cáncer a largo plazos
Respuesta:
Los materiales radiactivos tienen diversos usos: obtención de energía eléctrica, procesos médicos de diagnóstico y tratamiento de enfermedades, múltiples aplicaciones industriales, agricultura, arqueología, biología entre muchas otras más, las cuales en su gran mayoría son desconocidas para la sociedad en general. Los actuales desarrollos de la tecnología nuclear, han llevado a que la radiactividad tenga aplicaciones y aprovechamientos fundamentales para la vida cotidiana civil.
Cuidados frente a la radiactividad
La metáfora de las balas nos sirve también para explicar cómo protegernos de la radiactividad: ponemos un escudo y la radiactividad se detiene. Pero recordemos que hay muchos tipos de radiactividad, luego no hay un escudo perfecto que sirva para todas: para algunos tipos basta una hoja de papel y para otros necesitamos un grueso escudo de plomo, hormigón o algún material pesado. Y no nos podemos olvidar de la naturaleza cuántica aleatoria de la radiactividad: no todas las partículas radiactivas se comportan igual. Si disparamos con una pistola y nos ponemos detrás de una gruesa pared sabemos que ninguna bala llegará nunca a atravesarla (mientras no se destruya la pared…), pero para la radiactividad lo que ocurriría es que algunas partículas se detendrían en la pared y otras (aunque son iguales a que las que se detienen) la atravesarían. Lo que ocurre es que cuanta más gruesa sea la pared, más partículas se detienen. Y este efecto tiene un comportamiento exponencial: si una pared de 1 centímetro sólo deja pasar una de cada 10 partículas, una de 2 centímetros sólo dejará pasar 1 de cada 100, una de 3 centímetros solo 1 de cada 1000, etc. Es decir, que sí que es posible protegerse de la radiación con un escudo: si en el caso anterior pusiéramos una pared de 10 centímetros, no llegaría prácticamente ninguna partícula (muchas menos de las que nuestro propio cuerpo le lanza a la pared…).
Otra estrategia para protegerse de la radiación es separarse de ella. Ya decíamos que la radiación se emite en todas direcciones; eso quiere decir que la cantidad de radiación disminuye cuadráticamente: si estamos a 10 centímetros de una fuente radiactiva nos llega 4 veces más que a 20 centímetros, y 100 veces más que si estamos a 100 centímetros.
La radiactividad es acumulativa. Esto quiere decir que para protegernos de la radiactividad lo mejor es que estemos el menor tiempo posible cerca de donde hay mucha radiación.
Y otra última estrategia para protegerse es dejar que la fuente radiactiva se desintegre. Recordemos que poco a poco todas las fuentes radiactivas van perdiendo fuerza y acaban dejando de serlo. Aunque no se nos olvide que ese tiempo puede ser muy lento o muy rápido dependiendo del tipo de fuente.
Asimismo debemos de tener en cuenta que el riesgo para la salud no sólo depende de la intensidad de la radiación y la duración de la exposición, sino también del tipo de tejido afectado y de su capacidad de absorción, por ejemplo, los órganos reproductores son 20 veces más sensibles que la piel. Y como en tantos otros peligros los niños son más vulnerables.