Respuestas
Respuesta:
Por tanto los mapas se han convertido en nuestro libro infinito donde escribimos con nuestro móvil símbolos universales llenos de información, donde la tinta son datos y lo importante es la conectividad que se establece cuando las personas comparten esa información en ese libro de arena que, como vaticinó Borges en su cuento, no tiene ni principio ni fin, es decir, no tiene fronteras porque nos pertenece a todos.
Por tanto existe un lenguaje de los mapas, donde podemos encontrar dos partes, el propio mapa, que es el que ofrece información y el lector, que es quien la recibe y la interpreta. Y el lector se vincula con el mapa a través del concepto más divulgado en Internet, la geolocalización, que en principio no es más que la localización de una persona u objeto en un mapa con unas coordenadas de latitud, longitud y altura.
Pero los mapas son más que meras representaciones en dos o tres dimensiones de nuestro entorno, los mapas son una herramienta de comunicación: cuando vemos un mapa estamos leyendo una información en forma de símbolos de todo tipo, realmente es un lenguaje universal que cualquiera puede entender, paradójicamente en los mapas se plasman fronteras pero a la hora de leerlo e interpretarlo no existen fronteras ni físicas ni idiomáticas.