lectura del diario de ana frank

Respuestas

Respuesta dada por: mileidymendoza2004
1

Respuesta:

Función de mediar -de intermediar- entre dos mundos, entre

dos universos lingüísticos, conceptuales, emocionales -entre dos

cosmologías acaso- es la del traductor. La del intérprete.

Interpretar los signos, las huellas inscritas en un contexto, y

convertirlas en pretexto para otro texto. Suerte de villano llevado

de frontera en frontera por los aires de Babel, especie de veleta

agitada por el soplo del habla, que -cuando coloca la mano sobre

el corazón- se esmera en no traicionar.

Esta vez se trataba de no traicionar el texto de Ana Frank.

De afinar al máximo la transmisión del documento de una vida

de chiquilla adolescente. De una escritora incipiente, mordaz,

valiente en la crítica de su conducta, en la denuncia de la injusticia

apocalíptica que trasunta con ferocidad todo nuestro siglo -y, cómo

que no- TODA nuestra historia. De una adolescente desarraigada

de un mundo lingüístico, que, como tantos laureados creadores

literarios de nuestro siglo, opta por hacer suyo otro, por

desentrañar otro y hacerlo visceralmente suyo.

La traducción de El Diario de Ana Frank -con los ojos puestos

en el original holandés y en la versión alemana- implica trasladar

a nuestro mundo sensible un diario de vida adolescente, profundo,

desgarrador, trivial en ocasiones, que la autora «tradujo» al idioma

de su elección -elección que en sí constituye un acto de libertad

humana- y que con posterioridad a su desaparecimiento físico

fue nuevamente «traducido» por su padre al idioma familiar para

comprensión de la abuela de Ana, residente en Suiza.

Ana aprendió los secretos del abecedario en alemán, pero

escribió por su voluntad en holandés. El 12 de mayo de 1944

anota: «Después de la guerra quiero de todos modos editar un

libro bajo el título de El Anexo. Si resultará, no lo sé aún, pero

mi diario será la base». No vivió para ello.

¿Habrá alguna vez una traducción definitiva, una

interpretación definitiva? Una versión eclosiona otra y ésta dará

vida a todavía otras. ¡Intentos de aproximación al original!

Ana nos legó uno de los documentos cimeros en el conjunto

testimonial sobre la inhumanidad del siglo que industrializó la

muerte. La novela iba a llamarse, El Anexo -´Het Achterhuis. La

realidad se llamó ´Diario: Un diario frente al cual sólo cabe un

íntimo. ¡Gracias Ana!

Explicación:

Respuesta dada por: diegofernando2930
2

Respuesta:

EL VIERNES DESPERTE ya a las seis. Era comprensible, pues

fue el día de mi cumpleaños. Pero no podía levantarme tan

temprano y hube de apaciguar mi curiosidad hasta un cuarto para

las siete. Entonces ya no soporté más y corrí hasta el comedor,

donde nuestro pequeño gatito, Mohrchen, me saludó con efusivo

cariño. Después de las siete fui al dormitorio de mis padres y,

enseguida, con ellos al salón para encontrar y desenvolver mis

regalos. A ti, mi diario, te vi en primer lugar, y sin duda fuiste mi

mejor regalo. También me obsequiaron un ramo de rosas, un

cactus y unas ramas de rosas silvestres. Fueron los primeros saludos

del día, ya que más tarde habría bastante más. Papá y mamá me

entregaron numerosos regalos y mis amigos tampoco se quedaron

atrás en materia de mimarme. Entre otras cosas me regalaron un

libro titulado, «Cámara Oscura», un juego de mesa, muchas

golosinas, un rompecabezas, un broche, las «Sagas y Leyendas de

Holanda» de Joseph Cohen, otro libro encantador, «Las

Vacaciones de Daisy en la Montaña» y algún dinero. Con éste me

compré las leyendas mitológicas griegas y romanas. ¡Fantástico!

Enseguida vino Lies y partimos juntas a la escuela. Comencé

siguiendo el ritual holandés de obsequiar golosinas a mis maestros

y compañeros de clase y luego nos pusimos a trabajar.

¡Y, basta por hoy. Estoy tan contenta de tenerte!

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