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Explicación:
La situación de sequía que venimos arrastrando, con unos valores medios de 150 litros de lluvia por metro cuadrado en Andalucía durante el presente año agrícola, cuando lo normal son 289, está empezando a activar las alarmas. El presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, Francisco Tapia , alertó el miércoles en Sevilla de que "éste es el peor de los cuatro años de sequía que vivimos y estamos empeorando gradualmente", concluyendo que "atravesamos la peor situación de los últimos doce años". Esta situación hace que, de no variar sensiblemente el régimen de lluvias, los regadíos se puedan ver reducidos a menos de la mitad del pasado año, poco más de un 25% de lo que se ha venido desembalsando las últimas campañas agrícolas. Afortunadamente, el consumo humano de la población está garantizado entre uno y tres años, según las zonas. Las palabras de Francisco Tapia son una llamada de atención sobre la gravedad del problema, del que no nos hemos concienciado aún pese a vivir en una zona de escasas lluvias. El hecho de que Córdoba no esté en los peores niveles de embalsamiento y tengamos el abastecimiento asegurado para año y medio o dos años no significa que no tengamos que controlar el consumo y evitar el despilfarro. La tranquilidad con la que afrontamos la actual situación de sequía no casa con la realidad. Acostumbrados como estamos a no tener problemas los últimos años, quizá deberíamos empezar a tomar medidas si no queremos volver a tenerlos en un futuro muy próximo
Respuesta:
La situación de sequía que venimos arrastrando, con unos valores medios de 150 litros de lluvia por metro cuadrado en Andalucía durante el presente año agrícola, cuando lo normal son 289, está empezando a activar las alarmas. El presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, Francisco Tapia , alertó el miércoles en Sevilla de que "éste es el peor de los cuatro años de sequía que vivimos y estamos empeorando gradualmente", concluyendo que "atravesamos la peor situación de los últimos doce años". Esta situación hace que, de no variar sensiblemente el régimen de lluvias, los regadíos se puedan ver reducidos a menos de la mitad del pasado año, poco más de un 25% de lo que se ha venido desembalsando las últimas campañas agrícolas. Afortunadamente, el consumo humano de la población está garantizado entre uno y tres años, según las zonas. Las palabras de Francisco Tapia son una llamada de atención sobre la gravedad del problema, del que no nos hemos concienciado aún pese a vivir en una zona de escasas lluvias. El hecho de que Córdoba no esté en los peores niveles de embalsamiento y tengamos el abastecimiento asegurado para año y medio o dos años no significa que no tengamos que controlar el consumo y evitar el despilfarro. La tranquilidad con la que afrontamos la actual situación de sequía no casa con la realidad. Acostumbrados como estamos a no tener problemas los últimos años, quizá deberíamos empezar a tomar medidas si no queremos volver a tenerlos en un futuro muy próximo
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