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1. Hay un mundo más allá de Buenos Aires.
Argentina en términos turísticos esenciales es Buenos Aires, Cataratas de Iguazú, Mendoza y sus viñedos, Bariloche y sus lagos patagónico, Calafate y sus glaciares, Ushuaia y su fin del mundo. Eso es lo que casi todo viajero que piensa en el país se digna a ver como imprescindible. Pero hay una ronda de destinos de “segundo término” que yo pondría hasta en “sitios a estudiar seriamente para un primer viaje”. No deberías organizar tu viaje a Argentina sin evaluar seriamente la Quebrada de Humahuaca en el norte del país (un destino Patrimonio de la Humanidad). Si buscas un paraíso de montaña patagónico menos masificado, indaga sobre el Parque Nacional Los Alerces en cercanías de Esquel. Si piensas en ver la Argentina profunda, piensa en visitar el ambiente del campo de la región de La Pampa, y visitar poblados tradicionales como San Antonio de Areco. Y si vas de aventura, bien podrías planear algún tramo de la mítica Ruta 40 que atraviesa de norte a sur el país en su región cordillerana y es una de las grandes rutas turísticas del planeta.
2. En Argentina las distancias tienen otra escala.
Todos los lugares nombrados están lejos uno de otro. La escala de lo que significa algo cerca o lejos aquí es otra. En Argentina hay que pensar en “centenares de kilómetros” antes que en “decenas de kilómetros”. Ejemplo: 400 kilómetros es algo “cerca”, y a menudo en algunas regiones de Patagonia eso puede significar cruzarse un par de poblados insignificantes con mucha suerte.
3. El transporte será una parte importante del presupuesto.
Las distancias hacen que el transporte sea una parte importante de un presupuesto viajero por Argentina. Si pensamos en un itinerario extremo como ir desde Cataratas de Iguazú a Calafate, donde se encuentra el Glaciar Perito Moreno (sería por cierto un viaje bastante exagerado), por tierra estamos hablando de 4330 kilómetros (y unas 52 horas de conducción continua). Así que a relajarse mucho: pensar en tomar varios vuelos internos es un buen comienzo en eso de programar el viaje.
4. El mejor medio de transporte interno en Argentina es…
Y aquí empezamos el debate. Los trenes son lentos y anticuados (puro mérito de años de desinversión y políticas públicas anti-rieles un tanto inexplicables). La alternativa más viable es el autobús de larga distancia (para distancias medias de hasta 1.000 kilómetros) y el avión para distancias más largas. Los autobuses son muy cómodos, puntuales (en general) y eficientes. Pero no son tan económicos como pensaríamos. Los aviones son la alternativa ideal para recorrer muchos puntos distantes del país.
5. La cantidad de días (y destinos) ideales en un viaje a Argentina es…
Una vida. Exagerando un poco, pero yo llego a cuatro décadas casi y no termino de conocer. Hay que seleccionar a gusto. Creo que no se pueden omitir tres días y tres noches en Buenos Aires (al menos), una visita a las cataratas más famosas (y tal vez más bonitas) del mundo, una visita al glaciar Perito Moreno y al fin del mundo en Ushuaia. Creo que son las estrellas imperdibles que todos queremos enmarcar en una foto. Y el resto es elegir y sumar destinos. Un viaje cruzando el charco merece al menos dedicar 20 días. Mi recomendado por orden de relevancia y días es: Buenos Aires (5 días completos), Cataratas de Iguazú (3 noches y 2 días completos para ver del lado Argentina y Brasil), Bariloche y Siete Lagos (4 a 5 días). Calafate (3 noches y 2 días), Ushuaia (3 noches y 2 días), Mendoza (4 a 5 días explorando lo esencial de la provincia), Quebrada de Humahuaca (3 a 5 días), Salta y el entorno (3 días). Y si somos urbanitas, tal vez visitar la ciudad de Rosario y Córdoba. Con todo este itinerario estaríamos sumando unos treinta días.
6. La mejor época para viajar a Argentina es…
Es una cuestión compleja pensando en las variantes de clima del país. Por ejemplo en invierno es posible encontrar calor en Cataratas, y en verano es posible encontrar frío en el sur. Si queremos abarcarlo todo con un buen equilibrio, creo que los mejores meses pueden ser noviembre-diciembre y marzo-abril (es media estación, mientras que el verano sería de fines de diciembre a fines de marzo). En cambio, al viajar en invierno, al sur podríamos encontrarnos con nieve en destinos como Ushuaia o Bariloche (por cierto, son destinos de invierno con pistas de esquí de renombre). De cualquier modo todo el país es visitable en cualquier momento del año si vamos mínimamente preparados con nuestras vestimentas para el frío o calor.