escribir las citas bíblicas que hablen de la experiencia que Jesús tiene de Dios y citas bíblicas que hable de su obediencia al padre
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Respuesta:
Explicación:‘Y aunque era Hijo, por lo que padeció, aprendió la obediencia’ (Hebreos 5: 8)
Cuando los niños crecen, necesitan aprender la obediencia. Cuando un niño no aprende a respetar a sus padres y profesores, se vuelve rebelde y desagradable. ¿Pero, Jesús tuvo que aprender la obediencia? De alguna manera esto es un pensamiento extraño. ¿No era siempre perfecto, incapaz de hacer algo malo?
Sin embargo, el libro de Hebreos nos enseña que a pesar de que Él era un hijo, aprendió la obediencia por lo que padeció. Jesús tuvo que aprender a decir sí a los planes de Dios con su vida. Hay un pasaje en la Biblia donde vemos al Señor, luchando con el plan del Padre para él. Es el momento justo antes de que ser detenido, cuando estaba completamente solo en el huerto de Getsemaní. Jesús temía la ‘copa’ que tenía que beber. Él sabía que un sufrimiento terrible le estaba esperando.
Jesús se arrodilló y ‘ofreció oraciones y súplicas con poderoso clamor y lágrimas al que podía salvarlo de la muerte’ (Hebreos 5:7). No era sólo una oración, pero un grito apasionado a Dios por ayuda! Sin embargo, incluso en este estado de angustia, Jesús añadió: ‘Sin embargo, no se haga mi voluntad, sino la tuya’ (Lucas 22:42). Nuestro texto en Hebreos dice: ‘Jesús fue oído por causa de su temor reverente’ (Hebreos 5: 7).
¿Esto significa que Jesús no tenía que beber la copa del sufrimiento? No – pero Dios envió un ángel para darle la fuerza para soportar todo lo que vendría (Lucas 22:43). Es debido a la obediencia de Jesús que ahora existe la salvación, alcanzable por cada uno que pone su confianza en Jesús!
Jesús era totalmente humano, al igual que nosotros. Tuvo que aprender la obediencia. Él oró a Dios con pasión y con gran reverencia, al igual que se supone que debemos hacer. Así recibió la fuerza para decir sí a los planes de Dios para su vida. Aprenda de Jesús, y aprenda a ser obediente a él! Hay salvación eterna para ti.
Leer: Hebreos 5: 1-10