Respuestas
Esto es algo personal no?
Cuéntales tu situación :)
Respuesta:
En esta situación inusitada que requiere la cuarentena, se puede observar muy fácilmente que la mayoría de los argentinos, tal vez por los constantes y continuos vaivenes económicos que nos impiden estar “tranquilos” económicamente, o tal vez, por la falta de costumbre de dedicar tiempo a la introspección, no soportan quedarse muchos días en casa, mientras que tantos otros, con el correr del tiempo comienzan a sentir ansiedad y/o angustia por la sensación de “encierro”. No es que yo no esté en ese grupo. Muy por el contrario, sufro de insomnio crónico cuando estoy muy estresada, y éste no deja de ser uno de esos momentos. Sin embargo, más allá del insomnio que me ha atacado bastante en estas últimas noches porque me entristece mucho que la cantidad de casos de infectados y de fallecidos en Europa siga aumentando, después de casi una semana cumpliendo “a rajatabla” la cuarentena en casa con mi hijo de 4 añitos, gracias a Dios, aún no he experimentado ansiedad ni la necesidad de poner ni siquiera un pie en la verdad. Y eso, me sorprende gratamente.
Explicación:Gracias a Dios, viendo lo que estaba sucediendo en Italia, he podido adelantarme a lo estaba segura que podría venir aquí: la cuarentena de carácter obligatorio… Basta sólo seguir las noticias mundiales, respecto a esta pandemia. Con esa información del “diario del día siguiente”, me organicé de antemano y compré en la librería del barrio lo que se me ocurrió necesario para entretener a mi hijito de 4 años: hojas de dibujo, papel glasé, témperas, pinceles, goma de pegar y brillantinas, entre otros, tratando de recordar qué elementos usábamos cuando yo iba al Jardín de Infantes. Y así es que, gracias a la “excusa” de entretener a un niño tan pequeño, he vuelto a dibujar, a pintar, a inventar diseños, a cortar y pegar formas, a probar algo tan simple y divertido como la “dactilopintura”, que no es más que pintar con los dedos.