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Al día siguiente es domingo. Después del desayuno, Tom sube al segundo piso a memorizar los versículos de la Biblia. Incluso con Mary ayudándole, Tom tiene problemas recordándolos. Finalmente, Tom dice los versículos correctamente y Mary le da una navaja Barlow como recompensa.
Tom tristemente se prepara para la escuela dominical y la iglesia. Una vez allí, comienza a intercambiar con los otros chicos mármoles, anzuelos, y otros objetos de valor por vales.
"...cada vale azul era el precio de recitar dos versículos. Diez vales azules equivalían a uno rojo, y podían cambiarse por uno de éstos; diez rojos equivalían a uno amarillo, y por diez vales amarillos el superintendente regalaba al alumno una Biblia, modestamente encuadernada (que valía cuarenta centavos en aquellos tiempos felices). ¿Cuántos de mis lectores hubieran tenido laboriosidad y constancia para aprenderse de memoria dos mil versículos, ni aun por una Biblia de las ilustradas por Doré?". Capítulo 4, pág. 24
Tom compra vales para poder tener el honor de conseguir una Biblia. A él no le importa la Biblia en sí, sino el orgullo de conseguir una. El Sr. Walters, el superintendente, da una conferencia sobre el buen comportamiento, y luego el abogado Thatcher, el padre de Jeff, entra, con visitantes. Uno de ellos es el Juez Thatcher, el hermano del abogado, y con él está su esposa y su hija, Becky - ¡El nuevo amor de Tom! Los niños están emocionados de que un juez importante visite su escuela dominical, pero Tom sólo tiene ojos para Becky.
El Sr. Walters, esperando impresionar a los visitantes, pregunta si alguien tiene suficientes vales para obtener una Biblia. Nadie que él espera lo hace, pero de repente Tom se adelanta para solicitar una. El ha intercambiado cosas para obtener suficientes vales para conseguir una Biblia. La habitación está conmocionada. El Sr. Walters no puede creer que Tom se haya aprendido dos mil versículos, pero le entrega una Biblia a Tom. El juez felicita a Tom por su logro, y desea escuchar algo de lo que él ha aprendido. Le pregunta a Tom quienes fueron los dos primeros discípulos.
Tom está en aprietos. No lo sabe, pero debe decir algo, por lo que suelta una respuesta completamente equivocada - David y Goliat.