• Asignatura: Castellano
  • Autor: juandaecheberri
  • hace 8 años

me podrian dar un ejemplo de descripcion del texto

PLISSS ES PARA HOY ALAS 8 Y SON LAS 7

LAS AVENTURAS DE TOM SAWYER
Poco después se encontró Tom con el paria infantil de aquellos contornos,
Huckleberry Finn, hijo del borracho del pueblo. Huckleberry era cordialmente
aborrecido y temido por todas las madres, porque era holgazán, y desobediente, y
ordinario, y malo..., y porque los hijos de todas ellas lo admiraban tanto y se
deleitaban en su velada compañía y sentían no atreverse a ser como él. Tom se
parecía a todos los muchachos decentes en que envidiaba a Huckleberry su no
disimulada condición de abandonado y en que había recibido órdenes terminantes de
no jugar con él. Por eso jugaba con él en cuanto tenía ocasión. Huckleberry andaba
siempre vestido con los desechos de gente adulta, y su ropa parecía estar en una
perenne floración de jirones, toda llena de flecos y colgajos. El sombrero era una
vasta ruina con media ala de menos; la chaqueta, cuando la tenía, le llegaba cerca de
los talones; un solo tirante le sujetaba los calzones, cuyo fondillo le colgaba muy
abajo, como una bolsa vacía, y eran tan largos que sus bordes deshilachados se
arrastraban por el barro cuando no se los remangaba. Huckleberry iba y venía según
su santa voluntad. Dormía en los quicios de las puertas en el buen tiempo, y si llovía,
en bocoyes vacíos; no tenía que ir a la escuela o a la iglesia y no reconocía amo ni
señor ni tenía que obedecer a nadie; podía ir a nadar o de pesca cuando le venía la
gana y estarse todo el tiempo que se le antojaba; nadie le impedía andar a cachetes;
podía trasnochar cuanto quería; era el primero en ir descalzo en primavera y el último
en ponerse zapatos en otoño; no tenía que lavarse nunca ni ponerse ropa limpia;
sabía jurar prodigiosamente. En una palabra: todo lo que hace la vida apetecible y
deleitosa lo tenía aquel muchacho. Así lo pensaban todos los chicos, acosados,
cohibidos, decentes, de San Petersburgo. Tom saludó al romántico proscrito.
— ¡Hola, Huckleberry!— ¡Hola, tú! Mira a ver si te gusta. — ¿Qué es lo que tienes?—
Un gato muerto. — Déjame verlo, Huck. ¡Mira qué tieso está! ¿Dónde lo
encontraste?— Se lo cambié a un chico. — ¿Qué diste por él?— Un vale azul y una
vejiga que me dieron en el matadero. — ¿Y de dónde sacaste el vale azul?— Se lo
cambié a Ben Rogers hace dos semanas por un bastón. Dime: ¿para qué sirven los
gatos muertos, Huck? ¿Servir? Para curar verrugas.

Respuestas

Respuesta dada por: annabell238
0
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