Question

visitar a Jesús en el sagrario

Answer 1

Respuesta:

es esto

Explicación:

Lo que haces con la comunión de tu madre, no sólo me parece emocionante, sino que me recuerda lo que yo mismo hacía con la mía. Murió con 98 años. Los domingos, seguía con extrema devoción la misa de la TV. Me fui al párroco a pedir una forma de la misa. El muy devoto párroco me ofreció mandarme "el santísimo" con una piadosa parroquiana. Lo cual suponía que, además de no fiarse de mí sin preguntarme siquiera quién era, tendríamos que estar en casa esperando al "santísimo". Seguro que anunciado por campanillas Opté por ponerme en dos colas distintas en las que se distribuía la comunión: en una comulgaba yo; en otra, disimuladamente, cogía una hostia y la guardaba en una cajita para llevarla a casa. Mi madre se sentaba frente a la tele, y ante una mesita con mantel blanco, una vela encendida y una flor. Oía su misa y esperaba a que el sacerdote comulgara para coger la forma y comulgar. Yo vigilaba todo aquello, mientras me rodaba alguna lágrima. La misma que ahora me cae al contártelo a ti. "¿Qué es la Eucaristía, en realidad?" Preguntas. Es lógica tu pregunta. Es imprescindible tu pregunta. Y añado: es muy atrevida tu pregunta. Y te aconsejo: cuidado con quién hablas y a quién se lo preguntas. Primer acercamiento. No leas las palabras de Jesús con un diccionario español, latino, griego, filosófico, o eclesiástico. Jesús no era español, ni griego ni latino ni occidental, y menos eclesiástico. Jesús era semita. Y hablaba arameo. Su mente, su lenguaje y visión de las cosas no era la occidental. Pudo haber sido negro, chino, japonés, romano. Pero nació en Nazaret, de padres judíos en un asentamiento de judíos desplazados, desde Judea. Los vocablos cuerpo, sangre, alma, vida, muerte, carne, no decían lo que decían las palabras griegas ni latinas. El mismo concepto Hombre estaba compuesto de forma distinta para los griegos que para los judíos. Para un occidental greco-latino el hombre está hecho de dos cosas distintas: de cuerpo y alma. El cuerpo es carne, huesos, nervios, músculos, venas. Por las venas circula un líquido rojo que es la sangre. Para un judío, el hombre es una unidad. Ese hombre es lo que se ve por fuera: lo que hace, cómo ama, cómo escoge, cómo se indigna, cómo llora, cómo sufre, cómo se alegra, cómo vive, cómo muere. Y todo eso que se ve por fuera, manifiesta lo que lleva por dentro: cómo piensa, qué es lo que pretende, qué busca. Comulgas con el "cuerpo" de un hombre, según un semita, cuando te identificas con lo que él hace, su llanto, su sufrimiento, su alegría, sus preferencias, sus amores, su muerte. La sangre es la vida. Dar la sangre es dar la vida. Beber el cáliz es estar dispuesto a derramar la vida por lo que es Jesús. No. Cuando comulgas no comes huesos, ni músculos, ni hematíes. Cuando comulgamos el pan de la Eucaristía comulgamos con la vida de Jesús. Y, a la vez, comulgamos con todos los que sienten y siguen a Jesús. Es decir, si sabemos "discernir" el pan del Señor, como decía Pablo, incorporamos a nuestro quehacer humano su forma de hacer y de ver a los demás. Al partir y comer el pan de Jesús lo hacemos presente en la sociedad. "Mirad cómo se aman" decían los paganos. Quizá resulte más eficaz, para la sociedad, la vida de un seguidor de Jesús, que "comulga" a Jesús, que toda una "cristología" que enseña quién es Jesús. Segundo acercamiento. No por vanidad. Sólo por ayudar un poco más. Lee en el blog el números 73 ¿QUË OCURRIÓ EN AQUELLA CENA? Y el 74: SI NO ERES POETA NO VAYAS A MISA. Tercer acercamiento. He leído mucho. Tengo una licenciatura en Teología. Pero al final, no sé mucho más de lo que te he dicho. La Eucaristía se hace para repartir y comer en comunidad, y llevarla a los ausentes impedidos. No se hace para adorarla, ni para exponerla como si fuera un pastel divino en una vitrina de oro. Cuando comulgas no te conviertes en un sagrario. Cuando comulgas, si sabes lo que haces, incorporas a tu actividad exterior, y a tu ser interior, la forma de actuar, de pensar y de vivir de Jesús. Los demás irán descubriendo a Jesús al verte pensar y actuar. Un abrazo.