¿Alguien tiene un resumen de esa parte?
Reconciliatio et Paenitentia punto 16, El pecado personal y social.
Respuestas
Respuesta:
Hablar de reconciliación y penitencia es, para los hombres y mujeres de nuestro tiempo, una invitación a volver a encontrar —traducidas al propio lenguaje— las mismas palabras con las que Nuestro Salvador y Maestro Jesucristo quiso inaugurar su predicación: «Convertíos y creed en el Evangelio» esto es, acoged la Buena Nueva del amor, de la adopción como hijos de Dios y, en consecuencia, de la fraternidad.
Explicación:
Dice Marcos: “Convertíos y creed en el Evangelio”, esto es lo que la Iglesia nuevamente quiere proponer en esta encíclica, teniendo en cuenta la realidad actual, el Papa dice que el mundo está en pedazos; viendo a unas naciones contra otras, viendo la falta de dialogo ante las problemáticas mas pequeñas, viendo la lucha de clases, el racismo, discriminación religiosa, polarizaciones políticas, en fin todos esos dolorosos fenómenos sociales; la raíz de estos problemas tiene nombre: “pecado”. Pero la misma mirada inquisidora con la que se mira esta problemática es la que debe provocar la nostalgia de reconciliación, la aspiración a una reconciliación sincera debe ser el móvil fundamental de nuestra sociedad, la reconciliación no puede ser menos profunda de lo que es la división. La Iglesia salta ante estos deseos de su pueblo y en la encíclica muestra la mirada del sínodo, el cual muestra a los términos reconciliación y penitencia como dos conceptos entrelazados, “puesto que reconciliarse con Dios, consigo mismo y con los demás presupone superar la ruptura social que es el pecado, lo cual se realiza solamente a través de la transformación interior o conversión que fructifica en la vida mediante los actos de penitencia”[1]. La reconciliación es necesaria por la ruptura que ocasiona el pecado, entonces para plenificar dicha reconciliación hay necesariamente que liberarse del pecado, rechazándolo en sus raíces más profundas. Esto es lo que hace la conexión interna entre conversión y reconciliación; y resalta que “la conversión personal es la vía necesaria para la concordia entre las personas”