• Asignatura: Física
  • Autor: dannaarizaga547
  • hace 8 años

Los versos 4 y 10 NOCTURNO A ROSARIO que Regla se aplica y porque?

Respuestas

Respuesta dada por: mamaniaquinojosephan
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Respuesta:

Pues bien, yo necesito decirte que te quiero

Decirte que te adoro con todo el corazón

Que es mucho lo que sufro, que es mucho lo que lloro

Que ya no puedo tanto y al grito en que te imploro

Te imploro y te hablo en nombre de mi última ilusión

Yo quiero que tú sepas que ya hace muchos días

Estoy enfermo y pálido de tanto no dormir

Que ya se han muerto todas las esperanzas mías

Que están mis noches negras, tan negras y sombrías

Que ya no sé ni dónde se alzaba el porvenir

De noche, cuando pongo mis sienes en la almohada

Y hacia otro mundo quiero mi espíritu volver

Camino mucho, mucho, y al fin de la jornada

Las formas de mi madre se pierden en la nada

Y tú, de nuevo, vuelves en mi alma a aparecer

Comprendo que tus besos jamás han de ser míos

Comprendo que en tus ojos no me he de ver jamás

Y te amo, y en mis locos y ardientes desvaríos

Bendigo tus desdenes, adoro tus desvíos

Y, en vez de amarte menos, te quiero mucho más

A veces, pienso en darte mi eterna despedida

Borrarte en mis recuerdos y hundirte en mi pasión

Mas, si es en vano todo y el alma no te olvida

¿Qué quieres tú que yo haga, pedazo de mi vida?

¿Qué quieres tú que yo haga con este corazón?

Y luego que ya estaba concluido tu santuario

La lámpara encendida, tu velo en el altar

El sol de la mañana detrás del campanario

Chispeando las antorchas, humeando el incensario

Y abierta, allá a lo lejos, la puerta del hogar

¡Qué hermoso hubiera sido vivir bajo aquel techo!

Los dos unidos, siempre, y amándonos los dos

Tú, siempre enamorada; yo, siempre satisfecho

Los dos una sola alma, los dos un sólo pecho

Y, en medio de nosotros, mi madre como un Dios

Figúrate qué hermosas las horas de esa vida

¡Qué dulce y bello el viaje por una tierra así!

Y yo soñaba, en eso, mi santa prometida

Y al delirar en ello, con alma entristecida

Pensaba yo en ser bueno por ti, nomás por ti

Bien sabe Dios que ese era mi más hermoso sueño

Mi afán y mi esperanza, mi dicha y mi placer

Bien sabe Dios que en nada cifraba yo mi empeño

Sino en amarte mucho bajo el hogar risueño

Que me envolvió en sus besos cuando me vio nacer

Esa era mi esperanza

Mas, ya que a sus fulgores se opone el hondo abismo que existe entre los dos

Adiós, por la vez última, amor de mis amores

La luz de mis tinieblas, la esencia de mis flores

Mi lira de poeta, mi juventud, ¡adiós!

Explicación:

Pues bien, yo necesito decirte que te quiero

Decirte que te adoro con todo el corazón

Que es mucho lo que sufro, que es mucho lo que lloro

Que ya no puedo tanto y al grito en que te imploro

Te imploro y te hablo en nombre de mi última ilusión

Yo quiero que tú sepas que ya hace muchos días

Estoy enfermo y pálido de tanto no dormir

Que ya se han muerto todas las esperanzas mías

Que están mis noches negras, tan negras y sombrías

Que ya no sé ni dónde se alzaba el porvenir

De noche, cuando pongo mis sienes en la almohada

Y hacia otro mundo quiero mi espíritu volver

Camino mucho, mucho, y al fin de la jornada

Las formas de mi madre se pierden en la nada

Y tú, de nuevo, vuelves en mi alma a aparecer

Comprendo que tus besos jamás han de ser míos

Comprendo que en tus ojos no me he de ver jamás

Y te amo, y en mis locos y ardientes desvaríos

Bendigo tus desdenes, adoro tus desvíos

Y, en vez de amarte menos, te quiero mucho más

A veces, pienso en darte mi eterna despedida

Borrarte en mis recuerdos y hundirte en mi pasión

Mas, si es en vano todo y el alma no te olvida

¿Qué quieres tú que yo haga, pedazo de mi vida?

¿Qué quieres tú que yo haga con este corazón?

Y luego que ya estaba concluido tu santuario

La lámpara encendida, tu velo en el altar

El sol de la mañana detrás del campanario

Chispeando las antorchas, humeando el incensario

Y abierta, allá a lo lejos, la puerta del hogar

¡Qué hermoso hubiera sido vivir bajo aquel techo!

Los dos unidos, siempre, y amándonos los dos

Tú, siempre enamorada; yo, siempre satisfecho

Los dos una sola alma, los dos un sólo pecho

Y, en medio de nosotros, mi madre como un Dios

Figúrate qué hermosas las horas de esa vida

¡Qué dulce y bello el viaje por una tierra así!

Y yo soñaba, en eso, mi santa prometida

Y al delirar en ello, con alma entristecida

Pensaba yo en ser bueno por ti, nomás por ti

Bien sabe Dios que ese era mi más hermoso sueño

Mi afán y mi esperanza, mi dicha y mi placer

Bien sabe Dios que en nada cifraba yo mi empeño

Sino en amarte mucho bajo el hogar risueño

Que me envolvió en sus besos cuando me vio nacer

Esa era mi esperanza

Mas, ya que a sus fulgores se opone el hondo abismo que existe entre los dos

Adiós, por la vez última, amor de mis amores

La luz de mis tinieblas, la esencia de mis flores

Mi lira de poeta, mi juventud, ¡adiós!

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