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En Bahía Blanca se puede hacer lo que demanda más cerebro que infraestructura”, dice Pedro Julián, doctor en Control de Sistemas y próximo expositor del Café Científico que se organiza en la Casa Coleman.
Julián ofrecerá una charla abierta a todo público el jueves a las 19 horas, en Alem 41, para explicar qué clases de desarrollos tecnológicos son posibles en nuestra ciudad. Y no son pocos.
“El tema de los celulares es para graficar, porque en realidad es un mercado muy grande y en extremo competitivo. No obstante, hay muchas posibilidades a partir de la denominada Internet de las cosas (Internet of things)”, agrega.
Un ejemplo son las heladeras inteligentes, que ya existen en Estados Unidos y países europeos. Están conectadas a la web, con pantallas que indican el clima, noticias y otros datos. Pero además permiten hacer un pedido de compras desde ese dispositivo.
“La Internet de las cosas está pensada para aparatos inteligentes, que podés programar para distintas posibilidades. Pensemos desde lámparas de casas o calles, hasta marcapasos o muñequeras para el monitoreo de pulso y presión. Los podés dotar de comunicación, información y conectividad para que den determinadas señales según cómo los programes”.
Fuera de los electrodomésticos, también se puede aplicar a servicios municipales: contenedores de basura que avisen si están llenos. O que en el celular se vea si en una cuadra hay estacionamiento disponible (de hecho, ese proyecto existió en el municipio durante la gestión anterior, aunque no se concretó) o congestión de tráfico.
Todos estos trabajos requieren soluciones ad hoc, desarrolladas para la ciudad que las demanda. Alcanzar ese desarrollo aquí, afirma el científico bahiense, es accesible.