Respuestas
Respuesta:a hegemonía de la tragedia clásica coincidía con el crecimiento, grandeza y declinación del poder secular del estado ático.
Según Jaeger, la tragedia como poética alcanza su mayor fuerza popular al ejercer sobre los espectadores una viva impresión ya que concentraba el destino del hombre en el breve e impresionante curso de los acontecimientos que se desarrollan frente a los ojos y oídos de los espectadores.
Esquilo es el más antiguo de los poetas trágicos griegos cuyas obras conservamos. Los siete textos lo mantienen hoy en día como un distinguido patriarca de la tragedia, si bien la época moderna fue tardía en apreciarlo. El Renacimiento se centra, fundamentalmente en Sófocles y Eurípides pero, a fines del siglo XVIII, se redescubre a Esquilo, sobre todo a través de su versión de Prometeo que se convertirá en uno de los mitos de la cultura moderna.
A partir de Esquilo, la representación de la poesía trágica, que se basaba fundamentalmente en la participación del coro, comienza a darle relevancia al papel del locutor que, originalmente, formaba parte de los coreutas y, luego, se independizaría. Así, “el coro, de narrador lírico, se convertirá en actor y, por lo tanto, en sujeto de sufrimientos que hasta ahora solo había compartido y acompañado con sus propias emociones” (Jaeger, 1993, p. 233). El poeta solo podía utilizar las limitadas posibilidades de esta forma de expresión mediante la incorporación de bruscos cambios en el destino de los personajes tal como lo vemos en Las suplicantes en la que el verdadero actor es el coro de danaides. Como consecuencia de la importancia que toma el locutor, el coro deja de ser un fin en sí mismo, el locutor comparte con él la acción que se refería, sobre todo, al sufrimiento humano. “La representación obvia y vivaz del sufrimiento en los éxtasis del coro manifestados mediante el canto y la danza y que por la introducción de múltiples locutores se convertía en la representación más acabada del curso del destino humano, encarnaba del modo más vivo el problema religioso, desde largo tiempo candente, el misterio del dolor humano considerado como un envío de los dioses” (Jaeger, 1993, p. 234).
Una de las tragedias clásicas en que la participación del coro está reducida al mínimo y el papel central está a cargo del actor principal es Prometeo encadenado, segunda obra que integra la trilogía conformada por Prometeo, portador del fuego y Prometeo liberado, textos que no hemos conservado. La poesía trágica, tanto en Esquilo como en el resto de los autores, tomaba como tema principal un mito antiguo ya conocido por todos.
A lo largo de este trabajo nos detendremos, especialmente, en el tratamiento que realiza Esquilo del mito de Prometeo, considerado como uno de los aportes fundamentales del gran autor trágico a la historia del teatro occidental.
Explicación: