¿QUÉ EFECTO TUVO LA CRISIS ECONDE 1929
SOBRE LA PRODUCCIÓN INDUSTRIAL DE
ALEMANIA, REINO UNIDO, FRANCIA Y ESTADOS
UNIDOS?
Respuestas
Respuesta:
A diferencia de lo ocurrido en otros países de la Unión, en Alemania no sólo la crisis mundial y europea, “no se ha traducido en un empeoramiento de los niveles de desempleo"[2], sino que registra incluso un auténtico “milagro en el empleo”(«Beschäftigungswunder»)[3], en la medida en que la tasa de desempleo ha descendido de más de cinco millones en 2005 a menos de tres millones en 2014. Como ha escrito Ulf Rinne y Klaus F. Zimmermann, "Alemania ha demostrado ser un caso ejemplar de flexibilidad interna para hacer frente a la gran recesión"[4]. Esta flexibilidad del mercado de trabajo se ha logrado mediante importantes reformas tanto legislativas como en el ámbito de la organización de las relaciones laborales y en las características de la negociación colectiva[5].
En cuanto a las reformas legislativas, hay que recordar en primer lugar, el programa Agenda 2010 aprobado, pese a las críticas de su propio partido, por el segundo gobierno de Schröder para reactivar la débil economía alemana de aquel momento. Dentro de este programa se encuentra el plan Hartz destinado a mejorar la eficacia y competitividad del mercado de trabajo[6]. Éste contiene una serie de medidas adoptadas progresivamente entre 2003 y 2005, que cambiaron los servicios de empleo, limitaron seriamente los beneficios sociales, introdujeron los llamados «mini-jobs» y «midi-jobs» y favorecieron la desregulación del empleo a tiempo fijo y las garantías contra el despido.
Aunque la «Hartz-Reform» forma parte de un período anterior al inicio de la actual crisis económica, se mantiene la principal medida utilizada por el legislador alemán, especialmente entre los años 2008 y 2010, que consistió en el uso gradual de la reducción de la jornada laboral[7]. Ningún instrumento nuevo[8] ha sido determinante para frenar las consecuencias perjudiciales de la crisis en el sector manufacturero, que ha sido el más afectado por la caída de las exportaciones de la zona del euro. Los estudios demuestran que sin la utilización masiva a este recurso, el desempleo hubiera crecido hasta casi el doble de lo que realmente creció en 2009[9]. La notable flexibilidad de las relaciones laborales y la negociación colectiva han desempeñado un papel importante. Ello se debe a diversos factores: en su estructura descentralizada, en el hecho de que la población alemana, dado el estancamiento de los años noventa, se encuentra preparada para aceptar sacrificios en nombre del crecimiento económico, o en la cercanía geográfica con los países de Europa central y del Este, donde los salarios resultan significativamente más bajos[10].
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