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Explicación:
Resumen: En el presente trabajo se explica el nacimiento y propagación de los movimientos fascistas a partir de las secuelas de la I Guerra Mundial y del escenario político y social que le siguió. Los casos que analizamos en el presente trabajo, Austria y España, encajan perfectamente en ese contexto; y de ello deriva el interés de su estudio para la comprensión de la llegada e implantación del fascismo en Europa, así como del parafascismo (regímenes que, aunque no fueron plenamente fascistas, sí compartieron algunas características y fueron fuertemente influenciados por el fascismo en su nacimiento, implantación y consolidación). El análisis y comparación de regímenes como el Ständestaat y el franquista quizá pongan de manifiesto que el parafascismo pudo ser más la norma que la excepción a la alternativa plenamente fascista en la Europa de entreguerras.
Palabras Clave: Autoritarismo, parafascismo, Austria, España.
para la comprensión de la llegada e implantación del fascismo en Europa. La monarquía Austro- Húngara se derrumbaría en el contexto de una huelga en enero de 1918, que dejaría patente su debilidad y que quedaría grabada en las conciencias de los ciudadanos de la futura I República. El 19 de enero la huelga llegaría a su clímax, alcanzando los 750.000 obreros parados; el carácter masivo y revolucionario de estos incidentes ha llevado a algún historiador a afirmar que fue la acción revolucionaria más importante en la historia del movimiento obrero de Austria 3.
Entre 1918 y 1920 se desarrollarían en los campos y ciudades de España una oleada de huelgas, concentraciones y protestas laborales, lo que daría lugar a que esos años recibiesen el apelativo de «Trienio Bolchevique». El Estado respondió con dureza, y la burguesía crearía grupos armados que actuarían contra los líderes
E l nacimiento del fascismo no se explica sindicales. Paralelamente, en Austria también ______________________
sin la I Guerra Mundial y el periodo de entreguerras que le siguió1. Sería para Europa un tiempo de agitación, guerra civil, depresión económica sin precedentes y polarización social. Los años entre 1917 y 1921 fueron el último momento de las grandes revoluciones: el continente, de oeste a este y de norte a sur, vio fluir una cadena de convulsiones, huelgas y protestas, protagonizadas por partidos y sindicatos obreros2.
Los casos que analizamos en el presente trabajo, Austria y España, encajan perfectamente en ese contexto; y de ello deriva el interés de su estudio
nacen en estos años una serie de grupos paramilitares que, espontáneamente, se constituyen para frenar a los obreros y poner fin a la inestabilidad en las fronteras, como fue el caso de la Heimwehr (Guardia de la Patria)4. Estos fenómenos anunciaban el clima de inestabilidad que caracterizaría la vida política del mundo de entreguerras, pero también reflejaban la lucha por la defensa de una serie de valores morales y una visión del mundo contrapuesta entre las izquierdas y las derechas.
Las consecuencias de la Gran Guerra, las movilizaciones y protestas obreras de la primera posguerra no fueron los únicos catalizadores en el surgimiento de los fascismos. La sociedad del primer tercio del siglo XX estaba sumida en una