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Respuesta: no se darte la respuesta
Explicación:
eso si mira.
Poco tiempo después que Asiria hubo conquistado al reino de Israel (el reino del norte) y llevado cautivas a las diez tribus, el imperio comenzó a desmoronarse (véase Temas suplementarios, sección D). En la parte sur del imperio, los caldeos y babilonios se estaban volviendo más poderosos y rápidamente tomaron el poder de los decadentes asirios. En el año 609 a. C., el rey Nabopolasar, en alianza con Egipto y Media, atacó y conquistó Nínive, capital de Asiria. En esa forma Babilonia se convirtió en el imperio dominante y se dio a la tarea de consolidar su posición. Como antes lo había hecho Asiria, Babilonia combinó la conquista y la deportación de pueblos enteros para lograr sus fines.
"Babilonia era un llano, y para lograr un deseo tan extravagante se levantó ana montaña artificial de unos ciento cuarenta metros por lado, en tanto que terrazas, una sobre otra, se levantaban a una altura que sobrepasaba la de las murallas de la ciudad, esto es, por encima de los 100 metros de altura. El ascenso de una terraza a otra se realizaba por escalinatas, en tanto que las terrazas mismas se levantaban sobre filas de pilares alineados. Estas terrazas, formando una especie de bóveda, se alzaban en sucesión una sobre la otra hasta la altura requerida en cada terraza; todo el conjunto estaba unido por una pared de más de siete metros de espesor. El nivel de cada terraza o jardín estaba formado en la manera siguiente: Los pilares sostenían piedras chatas, de unos cinco metros de largo por un metro y medio de ancho (aproximadamente); sobre estas piedras se ponía esteras con una gruesa capa de bitumen (betún), después de la cual venían dos filas de ladrillos que eran recubiertos por hojas de plomo sólido. Luego la tierra era apilada sobre esta plataforma; y a fin de dar lugar para la raíz de los grandes árboles, se hacían prodigiosas columnas huecas rellenas con tierra vegetal (humus). Desde el Eufrates, que corría cerca de los cimientos, se sacaba agua mediante un complejo mecanismo. El conjunto, dice Q. Curtius (v:5), tenía, para quienes miraban desde la distancia, el aspecto de unos bosques sobre montañas. Al terminar su obra, Nabucodonosor se encontró por fin tranquilo entre los de su casa y en su palacio rodeado de floreciente prosperidad. El rey habló y dijo: '¿No es ésta la gran Babilonia que yo edifiqué para casa real con la fuerza de mi poder, y para gloria de mi majestad?' (Daniel 4:30), palabras que ampliamente quedan justificadas por las descripciones hechas por los escritores paganos. En ninguna otra parte podía el rey tener una vista tan completa de la ciudad que magníficamente había construido y adornado que desde los paseos de la terraza superior de los jardines de su palacio." (Bible Encyclopedia, s. v. "Babylon", págs. 204-5.)
Cuando los asuntos se hubieron solucionando en su tierra, los babilonios regresaron con presta venganza contra Judá. Jerusalén fue sitiada y otras fortalezas de Judá fueron atacadas y reducidas a escombros. El sitio contra
"En julio del año 587 Sedequías buscó entregar la ciudad y dar fin al sufrimiento. Una vez antes, diez años antes para ser más exacto, los babilonios habían tratado a Jerusalén con lo que para aquella época era una misericordia extraordinaria. Esta vez no. Esta vez querían terminar del todo con el centro de la intriga. Se terminaron los alimentos, y el rey se fugó. En la noche del día en que los soldados entraron en la ciudad, Sedequías huyó con algunos de sus hombres, dirigiéndose al Jordán y esperando encontrar refugio en el desierto. Lograron llegar a Jericó donde fueron apresados. Nabucodonosor estaba en sus cuarteles en Siria. Allí fue llevado el rey cautivo y también fueron llevados sus hijos. Ya no dejarían más que los reyes hebreos vivieran en el exilio, llenos de atenciones, como lo había hecho Joaquín. Con prisa Sedequías fue llevado a la presencia del gran rey de Babilonia; sus hijos fueron asesinados delante de sus ojos, luego lo cegaron a él y lo llevaron al norte encadenado.
"No sería por última vez que el humo se elevaría sobre los cerros de Judea, pasando a través del Monte de los Olivos hacia el desierto más allá del Jordán. Pero ese día, en medio del calor del verano del año 587, se elevaba desde la pira funeraria de Judá." (Discovering the Biblical World, pág. 130. Véase Mapas "El primer exilio y retorno de Judá" para tener un esquema detallado de este período de la historia.)