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Periodo embrionario
Primera semana
El óvulo fecundado se divide por primera vez a las 24h de la concepción, es lo que llamamos zigoto. Durante los días siguientes se sigue dividiendo y forma una bola de células que se llama blastocisto. A los 5 días, las células del blastocito se separan en dos grupos: las que formarán la placenta y las que formarán el embrión (células madre).
Al final de esta primera semana, el óvulo fecundado desciende por las trompas de Falopio para llegar al útero al quinto día. Se ancla en la pared del útero (implantación) al final de la primera semana y allí pasará nueve meses.
El útero de la madre ha cambiado y se ha adaptado para el embarazo. La pared interna de la matriz se ha vuelto mullida y más gruesa para favorecer la implantación del blastocisto, necesaria para que el embrión reciba los nutrientes necesarios para crecer.
Segunda semana
Se empieza a formar el embrión que mide 0.2 milímetros. En esta etapa, el embrión tiene una forma redondeada y está formado por dos capas: el endodermo y el ectodermo. Las células se van multiplicando muy rápidamente y van adquiriendo una función específica.
Del endodermo se formarán: piel, el revestimiento interno del aparato respiratorio y digestivo, la vejiga, tímpano, tiroides, páncreas e hígado.
Del ectodermo: sistema nervioso, piel, órganos de los sentidos (ojos, oído, nariz), uñas, esmalte dentario, hipófisis, pelo, glándulas mamarias y sudoríparas.
Tercera semana
Al embrión le aparece una tercera capa, el mesodermo, de este tejido derivará:
El aparato locomotor (huesos, músculos y cartílagos)
El sistema vascular (corazón, venas y arterias)
Las células de la sangre
El sistema genital y urinario (excepto la vejiga)
El bazo y glándulas suprarrenales
Se forman las vellosidades coriónicas que conectarán con los vasos sanguíneos de la madre. De este modo, el embrión obtiene el alimento y el oxígeno necesario para crecer. Por otro lado, en el tronco del embrión se va haciendo hueco a órganos como el intestino, hígado, riñones y pulmones.
Cuarta semana
El embrión crece un milímetro cada día (mide unos 5 milímetros) y se inicia el desarrollo de:
Las extremidades (brazos, piernas, músculos y hueso)
El corazón del embrión (amasijo de células musculares alargadas) empieza a latir a los 22 días aproximadamente. Este rudimentario corazón será el encargado de distribuir el alimento y el oxígeno a todas las partes del embrión para que pueda crecer. El corazón embrionario late a unas 150 pulsaciones por minuto.
El aparato digestivo se va diferenciando en sus diferentes partes (esófago, estómago e intestino).
Aparecen los órganos de los sentidos, es decir, se forman las cavidades oculares y las orejas.
Se empieza a desarrollar el tubo neural, que se convertirá en el sistema nervioso del bebé (cerebro y médula espinal) y la columna vertebral.
Quinta y sexta semana
El embrión va adquiriendo forma humana o de bebé. Crece muy deprisa y ahora tiene el tamaño de un garbanzo (5-6 milímetros). Su cabeza es muy grande respecto al resto del cuerpo y las extremidades muy cortas:
En el rostro se distinguen perfectamente los ojos, la nariz, boca y orejas.
Los dedos no se distinguen todavía
Los brazos y las piernas pueden empezar a moverse al final de la sexta semana.
Séptima semana
El embrión mide unos 22 milímetros. Los tejidos y los órganos formados en la fase embrionaria maduran:
El corazón ya tiene cuatro cavidades
Se empiezan a formar el paladar y la lengua
La placenta aumenta de tamaño para nutrir bien al bebé
El cordón umbilical crece mucho y se ensancha
Se forman los pezones y los folículos pilosos
Los codos y los dedos ya se pueden ver
El sistema digestivo y el aparato urinario del feto (que eran una misma estructura) se separan
Se produce la neurogénesis o producción de neuronas.
Al finalizar esta semana el embrión mide ya 1 centímetro y son las semanas más delicadas del bebé porque le pueden afectar algunos medicamentos, alcohol, nicotina, cafeína o radiaciones (como las radiografías).
Octava semana
Oficialmente termina el periodo embrionario y el el embrión pasa a llamarse feto. Se ha formado el esbozo de todos los órganos del futuro bebé y ya empieza a tener forma humana.
El rostro del bebé ya está más definido y tiene párpados, nariz incipiente y labio superior.
El cuerpo se va alargando, cada vez con más forma humana y la piel es translúcida, por lo que se puede ver el esqueleto. Pero los huesos no están calcificados, están formados de cartílago, es decir, son blandos.
El embrión mide entre 4 y 5 centímetros y pesa 9 gramos. La circulación a través del cordón umbilical está muy bien desarrollada.