Respuestas
Respuesta: No todos los grupos sociales tienen el mismo poder para construir su identidad dentro de una sociedad y para que esta identidad sea reconocida y valorada como tal. Por ejemplo, dentro de la sociedad Argentina, la mayoría de los grupos de migrantes latinoamericanos – en una situación de desventaja en relación con otros grupos sociales porque se dedican a las actividades económicas menos renumeradas y, por lo tanto, menos prestigiosas- ven disminuida su posibilidad de afirmar su identidad mediante el desarrollo local de de sus tradiciones y de sus costumbres. Al contrario, sectores de la sociedad otorgan a esos grupos una identidad asociada con características negativas, como la delincuencia o la ilegalidad.
Analicemos lo que sucedió frente a una iniciativa de política migratoria. Durante la segunda quincena de enero de 1999, cuando se conoció públicamente un proyecto del Poder Ejecutivo Nacional para sancionar una ley destinada a limitar la inmigración, la prensa (tal como había hecho otras veces y en coincidencia con sectores de la sociedad argentina) fue afirmado la idea de que era necesario limitar la inmigración latinoamericana porque la mayoría de estos inmigrantes estaban en el país en forma ilegal y eran delincuentes. Esta afirmación se basaba en estadísticas de dudosa seriedad que parecían demostrar una relación directa entre el aumento de la inmigración proveniente de estos países y el aumento de la delincuencia en Argentina. A los pocos días, la prensa dejo de tratar el tema de la iniciativa de la ley de limitación de la inmigración para ocuparse del problema de la “inmigración” y la “ilegalidad”.
multiculturismoCabe aclarar que la noción de “inmigración ilegal” no tiene base jurídica, ya que las disposiciones legales establecen que los migrantes pueden estar en situación “regular o irregular”, pero no ilegal. El termino “ilegal”, dado el uso que se hacia en los medios masivos de comunicación, incluía los significados de “in documentación” y “delincuencia”.
El término “indocumentados” tampoco expresa la realidad de la situación de estos inmigrantes, ya que la gran mayoría tiene la documentación de su país de origen pero no ha regularizado su condición de residente en Argentina.
La relación entre los significados dio lugar al siguiente razonamiento: todo migrante en situación irregular fue categorizado (y estigmatizado) como in documentado y, en consecuencia, como ilegal y delincuente. Este razonamiento se puso de manifiesto a través del uso de calificativos asociados a los inmigrantes tales como “delincuentes”, ““in documentados”, “ilegales” y “traficantes”. Se puede pensar que, a partir de la frase “inmigrantes ilegales”, se arma un sistema integrado por todos estos calificativos.