Respuestas
Respuesta:
Las relaciones en el seno de un ecosistema pueden revestir una enorme complejidad: predadores y parásitos dependen de sus presas u hospedadores y los efectivos de unos y otros mantienen una estrecha relación de la que, a su vez, dependen otros organismos asociados a ellos (que van de la escala de los grandes animales o vegetales superiores a la de los microorganismos).
Por último, es imprescindible hacer referencia a la acción humana. Esta es multiforme, contradictoria en lo que respecta a sus consecuencias, y absolutamente generalizada:
Entre otros efectos, la acción humana ha supuesto
Explicación:
Los grandes factores climáticos descritos hasta ahora ejercen una influencia a escala regional en la distribución de las especies. Sin embargo, ésta última no puede entenderse correctamente si no se tienen en cuenta también toda una serie de circunstancias y elementos capaces de alterar esta distribución a la escala local.
Estas circunstancias y elementos son muy numerosos, se suman o, por el contrario, contrarrestan unos a otros y su análisis pormenorizado no es posible aquí pero incluyen factores de varios tipos:
Geomorfológicos: altitud, exposición, pendiente… (rasgos que determinan los topoclimas, la escorrentía, la formación de suelos u otros factores esenciales para los seres vivos)
Edáficos (que a su vez son tributarios del clima y del sustrato) de los que va a depender la existencia de suelos más o menos productivos, ácidos o alcalinos o con presencia de unas u otras sustancias capaces de influir en la vegetación.
Hidrológicos: presencia habitual de agua en una región en la que ésta escasea (por ejemplo, en un humedal o en un corredor fluvial).
Humanos….
24,-Rockhampton,-koala
Los seres vivos son interdependientes entre sí mediante una compleja red de relaciones. Por eso, la ausencia de determinadas especies puede impedir o favorecer la presencia de otras y sus áreas de distribución respectivas no pueden entenderse de forma aislada. Buen ejemplo es el koala (Phascolarctos cinereus), marsupial que se alimenta casi exclusivamente de las hojas de un eucalipto y que no se encuentra más que en bosques bien conservados de éste árbol.
Foto: Rockhampton (Australia).
Por último, la distribución de los seres vivos es tributaria de una serie de factores que podemos denominar "bióticos" y que tienen que ver con el tipo de relaciones que los distintos taxones mantienen entre sí en el seno del ecosistema.
Todos los organismos presentes en los ecosistemas se relacionan entre sí formando una compleja red de interacciones y permitiendo la existencia de importantes flujos de materia y energía. Ello es lo que permite hablar de la existencia de cadenas y de ciclos de energía y de nutrientes.
Así, los productores primarios (vegetales y algunas bacterias) sintetizan materia orgánica a partir de la mineral. Estos productores primarios sirven de alimento a los animales y todos ellos, a su vez, proporcionan los recursos necesarios a los descomponedores (hongos, microorganismos…).
Los vegetales son los productores primarios más importantes y, por esa razón, constituyen la base de la mayoría de las cadenas tróficas. Allí donde no hay vegetales, algas o microorganismos fotosintetizadores no es posible la presencia de fauna.
Sin embargo, al mismo tiempo, los animales influyen en la composición de las comunidades vegetales por su presencia, a través del ramoneo o de las deyecciones, favoreciendo o perturbando el crecimiento y la extensión de ciertas especies o asociándose a ellas.
Así, las plantas que son pastadas antes de producir flor y semilla, la mayoría de las de régimen anual, van siendo relegadas por aquellas que no resultan apetecibles a los animales (por su toxicidad, mal gusto o por disponer de elementos disuasorios como las espinas). Por otra parte, las deyecciones de los animales, que pueden contener semillas, suponen un aporte importante pero localizado de materia orgánica que favorece la proliferación de las especies llamadas nitrófilas. Por fin, la polinización y el transporte de semillas dependen en muchas ocasiones de los animales que se comportan como agentes activos o pasivos de dispersión.