Respuestas
Respuesta:
La tecnología en el siglo XXI es la herramienta que por excelencia permite recrear los aprendizajes, así como almacenar, condensar y dinamizar el conocimiento. La relación entre ciencia y la tecnología ha facilitado en escenarios educativos, sociales y laborales; explicar, controlar y transformar el mundo, por ello, representa para las personas y organizaciones la posibilidad de perdurar en el tiempo logrando crear un valor dentro y fuera de ella, así como en sus grupos de interés.
Para entender la tecnología como un potenciador de la responsabilidad social y su contribución en los procesos de gestión, planeación y desarrollo, se debe partir por comprender de manera sencilla algunos de sus conceptos, una vez identificadas las generalidades se tiene el escenario para establecer dicha relación ‘TIC vs responsabilidad social’.
Al hablar de tecnología, el término se refiere a la transformación de recursos naturales en herramientas simples, a través de las cuales los grupos poblacionales desde la prehistoria han logrado controlar el fuego e incrementar sus posibilidades para acceder a fuentes de comida, viajar y controlar su entorno.
Explicación:
Respuesta:
En el mundo de la vida tecnológica, la responsabilidad se ha convertido en un tema omnipresente y una nueva forma obligada del bien. Esto se manifiesta de maneras diferentes: en el campo del derecho a través de la responsabilidad objetiva de los productos tecnológicos; en las teologías cristianas que hacen hincapié en la respuesta a Dios en una era secular; en la responsabilidad profesional de los ingenieros ante la seguridad, la salud y el bienestar públicos; en la responsabilidad social de los científicos a la hora de tener en cuenta las implicaciones de la investigación; y en la atención cada vez mayor de la filosofía a la responsabilidad como concepto ético. La experiencia de vivir con unos poderes tecnológicos cada vez mayores en este mundo de la vida tecnológica exige mayores responsabilidades, lo que introduce responsabilidades especiales y únicas en la experiencia humana, que se pueden expresar como un deber plus respicere, es decir, como el ejercicio de una reflexión más consciente sobre las acciones humanas sin precedentes hasta la fecha.
Durante los quinientos años que han transcurrido desde 1500, la técnica manual tradicional, basada en el trabajo del hombre, ha experimentado una transformación gracias a la explotación sistemática de fuerzas hasta entonces desconocidas, para convertirse en lo que hoy denominamos tecnología moderna. Esta tecnología es cómplice de todos los problemas fundamentales a los que se enfrenta la humanidad en estas primeras décadas del siglo XXI –ya sean de carácter nuclear (armas y plantas nucleares), químico (contaminación medioambiental), médico (prolongación de la vida e hibridación), biológico (pérdida de biodiversidad, biotecnología), informativo (exceso de información, privacidad y realidad virtual), climatológico (transformaciones del cielo, el sol, los océanos y la Tierra a nivel planetario) y de muchos otros tipos–. A pesar de los continuos esfuerzos por atajar dichos problemas por medio de la investigación científica y la innovación tecnológica, las respuestas siguen siendo fundamentalmente de carácter ético. Las soluciones tecnológicas a estos problemas requieren una reflexión ética acerca de cuál es la mejor opción entre las disponibles. Sin embargo, estamos tan abrumados con las crisis contrapuestas y los argumentos divergentes de los distintos grupos de interés a favor de diferentes soluciones que a menudo nos resulta difícil pensar. ¿Cómo podemos comenzar a valorar la condición tecnohumana en la que hoy vivimos, nos movemos y existimos?
Ante este dinamismo de problemas se ha producido una invocación promiscua y polimorfa del concepto de responsabilidad ética. Los científicos tienen la obligación de realizar su investigación de forma responsable. Los médicos deben tener una responsabilidad ante sus pacientes. Los ingenieros son responsables de velar por la seguridad, la salud y el bienestar públicos cuando diseñan estructuras, productos, procesos y sistemas. Los empresarios tienen una responsabilidad a la hora de comercializar la ciencia y la tecnología para beneficio público. Se recomienda a la población la practica de una sexualidad responsable. Los consumidores han de ser usuarios responsables de los dispositivos y las oportunidades que saturan el mundo de la vida tecnológica. Los Gobiernos deben ser responsables ante sus ciudadanos, las empresas ante sus inversores, las escuelas ante sus estudiantes.
Explicaciónespero que te sirva me demore mucho en pensarlo