Respuestas
Respuesta:
La presión atmosférica o presión de la atmosfera sobre la superficie terrestre, incide en todos los seres vivos. Tanto la baja como la alta presión de la atmosfera producen cambios fisiológicos en los humanos que pueden afectar la salud.
Explicación:
La presión atmosférica se establece con respecto a la altitud, es decir, la altura sobre nivel del mar, medida en metros (ms.n.m). Se dice que ese peso que ejerce el aire sobre cualquier punto de la tierra ha bajado cuando es inferior a la medida normal que reporta un barómetro: 1.013 mb (milibares), 1.0129 hPa (Hectopascales) o 760 mm de Hg (milímetros de mercurio) lo que también se puede expresar como 1 atm (atmosfera), y que ha subido cuando están por encima de esa medida.
Al encontrarse en zonas altas, como las cimas de las montañas, por ejemplo, a unos 1500 ms.n.m, donde la densidad del aire disminuye, midiendo aproximadamente 635 mm de Hg, la baja presión de la atmosfera generalmente causan desequilibrios orgánicos como: dolores de cabeza, mareos, náuseas, fatiga, debilitamiento muscular, insomnio, inapetencia, deshidratación, entre otros. Esto puede ocurrir simultáneamente y se van manifestando progresivamente, aunque no todos los cuerpos reaccionan igual.
A 2100 ms.n.m, la saturación de oxígeno en la sangre u oxihemoglobina, disminuye de forma drástica y los pulmones funcionan con menos eficacia, limitando la respiración normal. El cerebro se puede ver gravemente afectado por ello, y puede desencadenar hasta la perdida de la conciencia.
En lo cotidiano, los cambios bruscos en la presión atmosférica que la lleva a incrementarse, generan en algunas personas afecciones como gripes y resfriados, debido al impacto sobre la cavidad nasal y el resto del sistema respiratorio. Las cavidades auditivas también pueden colapsar, producto de la presión baja que expande el volumen de aire que circula en estas. Mucho más riesgoso es su impacto en la presión arterial, en especial en personas hipertensas.