2 corintios 12:8-9¿Que nos dice san pablo en esta carta a los cirintios sobre la gracia de dios?
Respuestas
Respuesta:
Pablo describe su visión de mala gana.
Ciertamente no me conviene gloriarme; pero vendré a las visiones y a las revelaciones del Señor. Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo. Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe), que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar. De tal hombre me gloriaré; pero de mí mismo en nada me gloriaré, sino en mis debilidades. Sin embargo, si quisiera gloriarme, no sería insensato, porque diría la verdad; pero lo dejo, para que nadie piense de mí más de lo que en mí ve, u oye de mí.
Explicación:
Respuesta:
En el día de hoy estimado oyente, llegamos a este destacado capítulo 12 de la Segunda epístola del apóstol San Pablo a los Corintios que, como ya dijimos, se encuentra en esta última división de esta epístola titulada, "El llamamiento del apóstol Pablo". El tema de este capítulo es la revelación del apostolado de Pablo. Mucho se ha dicho acerca de los viajes espaciales. Este ha sido un tema que ha dado mucho que hablar en las décadas del 60 y del 70. Han ocurrido hechos sorprendentes, como el llegar a la superficie de la luna. Ese viaje, en realidad, no ha significado una gran distancia, cuando uno considera las inmensas distancias del espacio que nos rodea. Sabemos que la distancia que existe entre la tierra y la luna por ejemplo, es muy grande; pero cuando uno comienza a medir las distancias que existen, por ejemplo, hasta el planeta Marte o a cualquiera de los otros planetas, entonces, la distancia a la luna ya no es tan grande como parecía. Y cuando uno comienza a medir la distancia hacia las estrellas más cercanas, como la constelación de Andrómeda por ejemplo, entonces, podemos decir que el hombre todavía no ha llegado muy lejos en sus viajes por el espacio.
Ahora, lo interesante que debemos notar es que en la Biblia existe información acerca de tres hombres que han viajado al espacio sideral y después regresaron a la tierra. Ninguno de ellos fue mencionado en el Antiguo Testamento. Quizá alguien diga que Enoc y Elías lo hicieron, pero no creemos que ellos hayan llegado al cielo. El Señor Jesucristo dijo en Juan 3:13: "Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, es decir, el Hijo del Hombre que está en el cielo". Ahora, eso era en relación al Antiguo Testamento. Alguien quizá diga: "Bueno, yo pensaba que Elías había sido llevado hasta el cielo". Pero, después de todo, las Sagradas Escrituras nos hablan de tres cielos, y él fue llevado a algún lugar en la atmósfera. Tenemos la dimensión del primer cielo, donde se encuentran las aves de los cielos; el segundo cielo, que sería la dimensión de las estrellas del cielo y el tercer cielo, que es la morada de Dios. Ahora, hasta el tiempo del Señor Jesucristo, cuando Él hizo esa declaración, posiblemente ningún ser humano había llegado al espacio sideral. El Señor Jesucristo dijo que el Hijo del Hombre descendió del cielo. Luego sabemos de otros dos hombres que estuvieron en el cielo y regresaron. El apóstol Juan en la isla de Patmos, fue llevado al cielo y escribió acerca de lo que vio y oyó allí en el libro de Apocalipsis. Y pensamos que fue hasta el tercer cielo, donde está el trono de Dios. En Apocalipsis, capítulo 4, versículos 1 y 2 escribió: "Después de esto miré, y vi una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que yo había oído, como sonido de trompeta que hablaba conmigo, decía: Sube acá, y te mostraré las cosas que deben suceder después de estas. Al instante estaba yo en el Espíritu, y vi un trono colocado en el cielo, y a uno sentado en el trono". O sea que, Juan fue llevado al cielo, y vemos que Pablo fue el otro hombre que fue llevado al cielo. El relato de esta experiencia se encuentra en este capítulo 12 que estamos estudiando.
Por lo tanto, tenemos a tres personas que han sido capaces de decirnos algo sobre el cielo. Uno es el Señor Jesús, quien es Dios manifestado en un cuerpo físico, dijo más que ninguna otra persona sobre el cielo, pero en realidad no fue mucha la información que nos dio. Juan, tampoco tuvo mucho que decir sobre su experiencia, y Pablo no dijo absolutamente nada sobre ese lugar.
NOTA:
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