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El período de las primeras presidencias radicales en la Historia de la Argentina transcurrió entre los años 1916 y 1930, cuando la Unión Cívica Radical llegó a la presidencia de la República Argentina y gobernadores radicales ocuparon las gobernaciones en la mayoría de las provincias de ese país. Al final del período, los radicales obtuvieron también la mayoría en ambas cámaras del Congreso Nacional.
En 1916 accedió al gobierno Hipólito Yrigoyen, en las primeras elecciones celebradas según la Ley Sáenz Peña, que estableció el sistema de voto secreto y obligatorio para todos los ciudadanos varones, garantizando elecciones libres y democráticas por primera vez en la historia argentina. Seis años más tarde, Yrigoyen sería sucedido por Marcelo T. de Alvear, también radical. En 1928 volvió Yrigoyen a la presidencia; fue derrocado por un golpe de Estado cívico-militar producido el 6 de septiembre de 1930, encabezado por el general José Félix Uriburu. Tres días después la Corte Suprema de Justicia legitimaría la situación definiéndolo como "gobierno de facto”.
Durante los primeros años del período radical hubo recesión y pronunciada reducción del salario real, seguido de un extenso período de crecimiento económico hasta los últimos dos años, en los que la Gran Depresión puso fin al modelo agroexportador. La situación política se vio enrarecida por los conflictos entre el radicalismo y los conservadores, y entre los radicales oficialistas y los antipersonalistas, contrarios a la línea de Yrigoyen. El período se caracterizó por el avance de la democracia en la vida política argentina, la sanción de medidas tendientes a favorecer a los sectores obreros como también la regulación de los ferrocarriles operados por capitales extranjeros. Se creó la petrolera estatal YPF con el fin de combatir a los trusts extranjeros. El gobierno apoyó el movimiento reformista estudiantil sancionando medidas a favor del estudiantado. Varios de estos avances se vieron truncados luego el golpe de Estado de 1930. El periodo fue también testigo de las mayores masacres obreras de la historia argentina y el único pogrom registrado en América, con miles de personas asesinadas, detenidas y torturadas.
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