Respuestas
Respuesta:
Revisando en Internet de manera antojadiza algunos sitios relacionados con el peronismo y su líder Juan Domingo Perón (1895 – 1974) es posible cerciorarse cómo aún corre por las venas de muchos argentinos la pasión originaria despertada por este movimiento político, considerado clave en la historia del siglo XX.
A más de sesenta años del nacimiento de este fenómeno de la política latinoamericana, se suceden frente a la pantalla del computador los mensajes entre adherentes y adversarios con amenazas mutuas de balazos, golpizas y asesinatos –es de esperar que sólo de palabra, aunque la historia nos haya dicho otra cosa; basta recordar la masacre de 1955, el ajusticiamiento del general Aramburu en 1970 y la matanza de Ezeiza de 1973, todos hechos donde el peronismo fue protagonista como víctima o victimario- junto con apelativos como gorilas, nazis, antipatriotas, infiltrados, oligarcas y reivindicaciones al socialismo revolucionario y al nacionalismo antiimperialista.
Y dado que estamos ante uno de los movimientos populistas más importantes de América Latina, no podemos dejar de mencionar otra de sus particularidades: la ferocidad de los dardos entre sus propios integrantes. Nuevamente tenemos como ejemplo figura el caso de Ezeiza y otros más de años recientes, donde la razón peronista se encuentra en uno y otro lado de la línea de fuego, elemento característico del variopinto universo creado por este militar de origen mestizo que se renueva de manera perfecta entre ciudadanos que podrían haber sido los nietos de los primeros descamisados que marcharon hacia la Plaza de Mayo el 17 de octubre de 1945.